La Foto del Año UNICEF 2022 captura un raro momento de paz y felicidad en medio de uno de los peores conflictos que se viven actualmente. Aunque está destruida por la guerra, en esta biblioteca de una escuela elemental en la región de Tigray (Etiopía) un niño y una niña se refugian en los libros. En esta imagen ganadora, el fotógrafo argentino Eduardo Soteras captura lo que los niños de Tigray comparten con todos los niños y niñas del mundo: la necesidad de que se les permita alentar su curiosidad, mantenerse ocupados pacíficamente con algo, algo que les proporciona alegría.

El segundo premio se ha otorgado a una imagen tomada por el fotógrafo americano Ron Haviv en un sótano de Kiev (Ucrania). Allí, un grupo de niños y niñas buscan refugio frente a los ataques y miran un libro que se les está mostrando. El fotógrafo alemán Daniel Pilar ha recibido el tercer premio. Su serie de fotografías acompaña a unas alumnas de una escuela secreta para niñas en Kabul, capital de Afganistán.

“El hambre de conocimiento y educación es el elemento que unifica las fotografías ganadoras de este año”, explica Peter-Matthias Gaede, miembro del jurado y de UNICEF Alemania. “Los niños encuentran esperanza y fuerza en las escuelas y en los servicios de apoyo psicosocial, especialmente en las regiones en crisis y en conflicto”.

“Las fotos ganadoras resaltan aquello que es positivo en el actual estado caótico del mundo”, asegura el profesor Klaus Honnef, presidente del jurado. “Los niños de estas imágenes simbolizan la fuerza y voluntad para perseverar y continuar luchando por un futuro mejor”, añade.

La imagen ganadora: niños de Etiopía en tiempos de guerra

El fotógrafo argentino Eduardo Soteras lleva documentando la situación de los niños en la guerra civil de Etiopía desde 2020. En el transcurso de ese tiempo, ha capturado momentos especiales como el que muestra la imagen ganadora. Aunque está destruida por la guerra, esta biblioteca de una escuela elemental en la región etíope de Tigray es donde dos niños se han refugiado en los libros. Este pequeño momento de felicidad muestra sus sonrisas. Es un momento aislado en medio de la destrucción y la violencia.

La guerra civil en Etiopía es uno de los conflictos más brutales y mortíferos de los últimos años, y ha puesto a la población civil de la región de Tigray en una situación catastrófica. La mayoría de los aproximadamente 7 millones de personas que viven y sufren en Tigray se han convertido en víctimas de las atrocidades de la guerra, del desplazamiento, las sequías, el hambre y la falta de agua potable, la pérdida de ganado y cosechas, y la devastación de centros de salud y escuelas.

Segundo premio: yo una vez tuve un hogar

Un profesor lee cuentos a un grupo de niños y niñas en un sótano de Kiev, la capital de Ucrania. Quizás es un emocionante cuento de hadas reflejado en los ojos de los niños. Pero también podría ser un signo de todas las emociones desatadas por las experiencias que han vivido: miedo, horror e incredulidad.

En esta serie de fotos, el fotógrafo estadounidense Ron Haviv muestra a la gente que tiene que huir y despedirse de sus hogares y amigos, pero también carritos de bebé abandonados, puentes destruidos y edificios de viviendas bombardeados. Muestra los sótanos y estaciones de metros donde los niños nacen. Donde juegan. Y donde aprenden.

Millones de mujeres y niños ucranianos se han visto desplazados, tanto dentro de su propio país como en los países vecinos en los que han buscado protección. A noviembre de 2022, cerca de 1.000 habían sido dañadas, con casi 130 completamente destruidas. Al menos 400 niños han perdido sus vidas debido a fuego de artillería, y 800 han resultado gravemente heridos.

Tercer premio: la escuela secreta para niñas

La serie de imágenes del fotógrafo Daniel Pilar retrata una escuela secreta para niñas en la capital de Afganistán, Kabul. La descubrió en un precario edificio a las afueras de Kabul, escondido en un patio. Aquí, una joven y valiente profesora enseña a niñas de 7º y 8º grado. Su hambre de educación es mayor que cualquier prohibición. Como la valiente profesora, sin embargo, los padres que envían a su hijas a escuelas como esta permanecen en el anonimato.

Desde que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán en 2021, se ha prohibido a las niñas acudir a la escuela secundaria. Como resultado, más de un millón de niñas ven cómo se les niega la posibilidad de tener una educación, al tiempo que aumenta el riesgo de convertirse en víctimas de explotación, abuso y matrimonio temprano. Pero la solidaridad con las niñas existe, aunque sea a escondidas, como muestra la escuela secreta.

El Jurado también otorgó menciones honoríficas a otras siete series de fotografías:

Agoes Rudianto, Indonesia, serie de fotografías:La gente de plata (Indonesia)

Amnon Gutman, Rumanía, serie de fotografías: Corre por tu vida (Ucrania)

Fabio Bucciarelli, Italia, serie de fotografías: Estrés tóxico (Ucrania)

Federico Rios Escobar, Colombia, serie de fotografías: Infierno verde (Colombia)

Irina Werning, Argentina, serie de fotografías: La promesa (Argentina)

Mads Nissen, Dinamarca, serie de fotografías: El precio de la paz (Afganistán)

Shayan Hajinajaf, Irán, serie de fotografías: Dos alas de una mariposa (Irán)