Es necesario que las personas puedan formarse, reciclarse o especializarse sin tener que renunciar a su modo de vida en un entorno rural
La UOC acaba de abrir la convocatoria de 100 becas para residentes en municipios de menos de 2.000 habitantes con el objetivo de contribuir "a reducir la brecha territorial" y "a lograr una ruralidad más resiliente a través de una acción formativa que estimule la generación de conocimiento especializado en los distintos núcleos territoriales", según explica Àngels Fitó Bertran, vicerrectora de Competitividad y Empleabilidad de la UOC. En definitiva, "las becas rurales son una discriminación positiva para favorecer que personas y territorios no se queden atrás", añade.
Además, estas ayudas permitirán tejer redes de cooperación, intercambio de conocimiento y buenas prácticas que redunden en un mayor y mejor capital social, mitiguen y, si cabe, inviertan la pérdida paulatina de población rural, una realidad que cada vez afecta a mayor territorio: según el informe anual de 2020 del Banco de España, el 42?% de los municipios españoles está en peligro de despoblación.
Brecha campo/ciudad
La creciente brecha campo/ciudad ensancha otras brechas como la digital, la de género o la generacional. Y en este escenario, la educación superior en línea supone una de las herramientas más eficaces con las que combatir estas diferencias. "La universidad en línea es fundamental para la construcción de comunidades rurales más capacitadas, emprendedoras, cohesionadas y cooperativas. Y para lograrlo, es necesario que las personas puedan formarse, reciclarse o especializarse sin tener que renunciar a su modo de vida en el campo", señala Fitó.
Que se tenga acceso a esta formación desde el mundo rural asegura la vinculación del capital humano al progreso de estas zonas, ya que el rol de la educación superior es fundamental para garantizar que todas las inversiones y acciones para la mejora de infraestructuras y servicios reviertan en la construcción de comunidades rurales realmente más fuertes, unidas y competitivas.
En opinión de la vicerrectora, la presencia de la universidad en línea en estos territorios también contribuye a que puedan ser comunidades más prósperas. "La formación es a la vez un factor clave y una oportunidad para el dinamismo y la resiliencia de las zonas rurales", señala. "Se trata de generar capital social y de tener una comunidad rural resiliente y conectada, que sea capaz de afrontar los cambios que puedan venir", indica Fitó, al tiempo que añade que la universidad no solo es responsable de ofrecer una formación de calidad adecuada a los principales retos de la sociedad y del mercado de trabajo, sino también de promover el desarrollo de competencias específicas para el empleo y de dinamizar su comunidad y, por lo tanto, el conocimiento que circula por esta, también en favor de la creación de oportunidades laborales.
Permanecer y desarrollar el proyecto en el mundo rural
Las personas solicitantes de la ayuda deben justificar la vinculación de su formación con la mejora y el progreso del mundo rural. De esta forma, se priorizan aquellas solicitudes de personas con vocación de permanecer y desarrollar su proyecto profesional en el mundo rural.
Las ayudas, a las que también pueden optar los residentes en poblaciones de menos de 5.000 habitantes con una densidad inferior a 100 hab./km2, consisten en la reducción de un 30?% del importe de la matrícula. Serán vigentes para dos semestres y los beneficiarios podrán seguir optando a la ayuda mientras duren sus estudios. Así, la UOC refuerza su compromiso con la igualdad de oportunidades en el acceso a la formación apostando por la competitividad de todo el territorio, especialmente en las zonas rurales.
Desde hace años, la UOC ha capacitado a miles de personas que residen en zonas en riesgo de despoblamiento y ha contribuido a su dinamismo económico y social: actualmente, 10.500 estudiantes se forman en la UOC desde poblaciones españolas de menos de 10.000 habitantes, lo que supone un 16,32?% del total.