Este escenario demográfico de envejecimiento poblacional no tiene precedentes históricos y de seguir esta tendencia en el año 2050 las consecuencias del invierno demográfico serán catastróficas.
No me gusta pensar en negativo y tenemos dos opciones, lo dejamos en manos de los que están y esperamos que se solucione solo o nos ponemos manos a la obra y revertimos la situación.
Se está produciendo un envejecimiento de la población en España, donde las personas mayores de 65 años exceden en más de 2,6 millones a los menores de 15 años. La pirámide poblacional se está invirtiendo y en 2050, 1 de cada 3 españoles tendrá más de 65 años. Son datos del Instituto de Política Familiar (2021) y así podría estar exponiendo datos hasta el infinito.
El envejecimiento poblacional traerá graves consecuencias, incremento de los gastos sanitarios, peligro de las pensiones, retraso en la jubilación, mayor presión impositiva, reducción de centros educativos y muchas más cosas que quizás no podamos imaginar.
Los hogares en España son cada vez más pequeños, 1 de cada 4 hogares son unipersonales. Estos hogares unipersonales son habitados por mayores de 65 años que ya superan los 2,1 millones de hogares.
Desde Valores somos conscientes de que no son pocos ni pequeños los retos que se nos presentan: económicos, intergeneracional, reducir y eliminar la discriminación por edad, establecer una asociación eficaz entre los proveedores de servicios asistenciales y las personas mayores y sus familias… El mayor de los retos políticos de la sociedad en su conjunto es dejar de ver a las personas mayores como objetos pasivos (votante, paciente, receptor de asistencia, sujeto de investigación, y cosas similares) y considerarlos como participantes activos en potencia.
El incremento de la longevidad es un signo de progreso social y económico, sin embargo, este hecho significa que hay cada vez más personas que probablemente necesitarán asistencia personal o apoyo de alguna forma. A veces, esta afirmación, lleva a la conclusión de que todas las personas mayores requieren asistencia, y nada hay más lejos de la realidad, por supuesto.
La realidad en Europa es que la mayoría de las personas mayores están relativamente en forma, sanos y capaces de cuidar de sí mismos, o de hacerlo con sólo una pequeña ayuda. Por otra parte, cuando se requiere asistencia suele provenir, en primer lugar, de la familia.
El principal reto político para Valores, es cubrir el vacío generado por la singular combinación entre el incremento de la longevidad y el descenso de la natalidad. Es fundamental una relación armónica entre generaciones para cimentar una sociedad cohesiva, la fuente principal de salud y asistencia social es la familia, y ello depende del funcionamiento de la solidaridad inter (e intra) generacional. Teniendo en cuenta la enorme importancia de este aspecto en la sociedad contemporánea, Valores apuesta por una Cultura de la Familia y crearemos el Ministerio de Familia.
Es preciso recordar que la piedra angular de cualquier estado de bienestar es la provisión para la vejez. Por tanto, en la reforma y modernización del estado del bienestar, nuestro programa político debe garantizar que se preste una adecuada protección a las personas mayores y que se mantenga la mejora continua de su calidad de vida y las pensiones no pierdan poder adquisitivo.
José Manuel Jiménez Belmonte
Vicesecretario de Política Familiar