Una vez que tenían seleccionada a la víctima le ofrecían una cantidad superior de dinero, con la condición de que accediera a cambiarles papel moneda de elevado valor por otro más pequeño
La investigación se inició a raíz de una denuncia recogida en mayo en una comisaría de distrito de Madrid por una estafa de criptomoneda. Según su relato, la víctima había publicado un anuncio para la venta de un piso y, cuando los autores contactaron con el autor del anuncio, le ofrecieron un beneficio extra mediante un negocio de cambio de bitcoin a dinero en efectivo. El negocio se llevó a cabo pero el dinero entregado por los estafadores resultaron ser billetes fraudulentos. La víctima no pudo observar con detenimiento la originalidad del papel moneda al realizarse la transacción en un espacio público.
Se hacían pasar por empresarios de “alto standing”
Tras meses de investigaciones, los agentes pudieron conocer con detalle el modus operandi, estructura y funcionamiento del grupo criminal de origen ítalo-croata. Los miembros de esta organización se hacían pasar por empresarios de “alto standing” en algún país extranjero y engañaban a la víctima para realizar una transacción –compra de un inmueble de lujo, relojes de alta gama, artículos de oro o piedras preciosas en grandes cantidades-. Durante el negocio pactaban elevar el precio de mercado, con la condición de que el vendedor accediese a cambiarles papel moneda de elevado valor por otro más pequeño, alegando que en su país es difícil realizar esta gestión. Los billetes que los timadores daban a las víctimas eran facsímiles o simplemente recortes de papel, a excepción de una pequeña cantidad que utilizaban para engañar durante la transacción.
Los investigadores comprobaron que todos los miembros del grupo, pertenecientes al mismo núcleo familiar, vivían en la localidad de Lloret del Mar (Gerona). Entre ellos se intercambiaban vehículos y mercancías y viajaban juntos por toda Europa para cometer los hechos delictivos.
Actuaban en España y otros países de la Unión Europea
Los agentes constataron que se trataba de un grupo de carácter itinerante, asentado en la provincia de Gerona, que cometía los ilícitos a lo largo de toda la geografía española y en otros países de la Unión Europea.
Tras analizar toda la información recopidada, los investigadores llevaron a cabo el correspondiente dispositivo operativo y detuvieron a cinco miembros del clan en Lloret del Mar. Allí se llevaron a cabo cuatro registros en los que se encontraron, escondidos en un falso techo, 11 relojes de alta gama valorados en más de 230.000 euros. Además fueron intervenidas gran cantidad de joyas, dinero en efectivo y un justificante de movimiento de moneda virtual.