Por este delito se enfrenta, según la legislación venezolana a una pena máxima aplicable de 20 años

Según constaba en la Notificación Roja emitida por las autoridades judiciales venezolanas, el fugitivo estaba relacionado con la posesión de sustancias químicas ilícitas presuntamente destinadas al tráfico de drogas, concretamente con cerca de 18.000 kilos de ácido clorhídrico. Dicho delito, cometido en concierto organizado con otras personas, está castigado según la legislación venezolana a una pena máxima de 20 años.

Las primeras gestiones policiales revelaron que podría encontrarse en la capital tinerfeña. Al ser localizado, los agentes llevaron a cabo una serie de gestiones de cooperación internacional con las autoridades venezolanas que permitieron verificar la identidad del fugitivo y proceder a su detención tras permanecer 11 años huido.