También conocida como “tucibi” o “el color”, la droga era elaborada por un varón colombiano en su propio domicilio donde también tenía una plantación indoor de marihuana
Las primeras pesquisas tuvieron lugar cuando los investigadores recibieron una información por parte de las autoridades policiales colombianas en la que se daba cuenta de la presencia en nuestro país de un hombre de origen colombiano y su socio español, los cuales estaban desarrollando un laboratorio como centro de producción y adulteración de la sustancia 2CB (Tucibi). Con todos los datos recibidos los agentes lograron identificar a las personas que estaban involucradas. Uno de ellos, ciudadano colombiano, realizaba las labores de cocinar la droga y ya había sido arrestado por hechos similares en el distrito madrileño de Tetuán.
Viajes a la costa andaluza, reparto en media hora y regreso a Madrid
El segundo, ciudadano español, ayudaba al primero tanto en las labores de confección como en la faceta de reparto, venta y distribución de la sustancia estupefaciente. Al igual que su socio, no desarrollaba actividad laboral alguna de forma legítima, restringiéndose a realizar los repartos de droga en el interior de su coche en los términos municipales madrileños de Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Madrid ciudad, en municipios toledanos como Illescas, e incluso en localidades costeras de Málaga. Estos desplazamientos a Andalucía se hacían en vehículo durante la noche y permanecía en localidades como Marbella o Fuengirola durante 30 minutos repartiendo la droga, para posteriormente emprender la vuelta a primera hora de la mañana.
Una plantación de marihuana para sufragar gastos
Finalmente los investigadores procedieron a realizar cuatro entradas y registros antes de que los integrantes del grupo investigado viajaran a Colombia para eludir la acción policial. Tras la entrada en el laboratorio clandestino, los agentes descubrieron la droga que elaboraban que se componía principalmente de ketamina y MDMA (éxtasis), siendo cortada y adulterada con diversas sustancias como cafeína. Además se intervino una importante cantidad de oxicodona –opiáceo sintético utilizado en procesos de dolor grave- que servía para adulterar el tucibi.
Además de la actividad que desarrollaban los arrestados, para obtener mayores beneficios y sufragar el coste de las sustancias químicas o derivados sintéticos que necesitaban para la elaboración del tucibi, tenían establecida una sofisticada plantación de marihuana indoor en el mismo inmueble registrado pertrechado como laboratorio de Torrejón de Ardoz. Una vez descubierta la plantación los agentes encontraron un cultivo de 76 planta, las cuales eran mantenidas gracias a una defraudación de fluido eléctrico. Asimismo esta peligrosa conjunción de productos químicos para la elaboración de la droga, junto con los numerosos focos y fuentes de calor necesarios para la plantación de marihuana, hacían del inmueble un peligroso emplazamiento para vecinos y viandantes.
En total se han intervenido 40.000 miligramos de base de ketamina, 30.900 miligramos de pasta base cristalizada de MDMA, 4.300 miligramos de base de Nexus (MDMA), 4.200 gramos de éxtasis MDMA cristal, 2.400 miligramos de 2CB finalizado, 45.800 miligramos de base de MDMA cristalizado, 18.800 miligramos de ketamina base, 5.100 miligramos de pasta base de MDMA, 3.920 miligramos de opiáceos sintéticos, 1.300 gramos de picadura de marihuana, 1.200 gramos de cogollos de marihuana, una plantación de marihuana, armas, dinero en efectivo y monederos de criptomonedas, además de utillaje de focos, ventiladores y extractores.
Además durante el registro se intervino un arma de fuego detonadora, un dispositivo eléctrico de inmovilización y dos navajas automáticas.