El senador José Manuel Marín ha sido hoy muy crítico con el currículo de infantil, implantado con la conocida ley Celaá, donde se afirma que la etapa de 0 a 6 años “es el momento de acompañar a cada niño o niña en su propio desarrollo personal, respetando la diversidad afectivo-sexual y ayudándole a identificar y eliminar toda discriminación». Una afirmación que ha llevado al senador ha preguntar «cuál va a ser el papel del adulto en el descubrimiento de la sexualidad y la que ustedes llaman construcción de género«.
Por ello, ha denunciado que esta ley es en realidad «adoctrinamiento en las venas de los niños más pequeños, los más vulnerables, los más desprotegidos». Un adoctrinamiento que ha calificado de «inmoral e inadmisible», en definitiva, «un ataque directo a su inocencia».
Así, ha calificado la nueva Ley de Educación de «apisonadora ideológica de memoria democrática, agenda climática e ideología de género», que, ha advertido, «va a pasar por encima de nuestros hijos».
Durante el debate de una moción de los socialistas para «seguir impulsando las medidas suficientes para la universalización de la educación infantil de cero a tres años, el senador ha explicado al grupo proponente la necesidad de emplear la red de escuelas privadas, porque, de lo contrario, el efecto de su aprobación «puede ser demoledor, en términos de cierre de centros y destrucción de empleo, fundamentalmente femenino, si tenemos en cuenta la situación de insostenibilidad económica y financiera en la que se encuentran buena parte de ellas, como consecuencia de la desocupación de muchas de sus plazas».
Así, el senador ha preguntado a los socialistas «si han realizado el correspondiente mapa de cuáles son las necesidades, y en qué regiones y localidades son necesarias la creación de nuevas plazas a pesar de las plazas vacantes existentes».