En la Región de Murcia hay déficit de agua y a la vez un superávit de lluvias, no se trata de una paradoja para honrar a Schrödinger, sino de un problema grave de sobreexplotación cuyas consecuencias vuelven a ser visibles en el Mar Menor.
La agroindustria vuelve a propiciar un verano seco en el Tajo y podrido en el Mar Menor, sin consecuencias Un año después de modificarse las reglas del Trasvase, la situación ha mejorado en parte para los municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, se trasvasa menos cantidad en Nivel 2, pero, sobre todo, tal y como se anunció a pesar de las protestas, para los regantes.
Se trasvasan 27 hm3 en lugar de 38, pero con mayor estabilidad.
“Es una mejora, insuficiente, pero una mejora”, afirman los Ribereños, que defienden una gestión más racional del agua.
“Desde diciembre, cuando se entró por primera vez en Nivel 2 con las nuevas reglas, se han trasvasado 44 Hm3 menos de agua, que permanecerán en nuestros embalses para el desarrollo de nuestros pueblos”, explica Borja Castro, el vicepresidente de la Asociación, que agradece “este cambio significativo”.
Pero los datos están ahí para quien quiera consultarlos 1, no se trata sólo de un marzo excepcionalmente lluvioso en la Región de Murcia sino de una tendencia en los últimos años.
No falta agua, sobran miles de hectáreas de regadío. Y no sólo porque esté lloviendo, sino porque cada vez que cae agua arrastra toneladas de barro cargado de nitratos hacia el Mar Menor, debido a la nula planificación territorial y a la bestialidad de hectáreas roturadas.
El Tajo está seco y el Mar Menor podrido, el beneficio es para la agroindustria y el coste lo pagan todos los españoles.
Es lo que se conoce como costo marginal social. El famoso “agua para todos” es agua para ellos y miseria para el resto.
La única solución pasa primero por reducir radicalmente superficie de cultivo, al nivel de principios de los 90.
Y acto seguido modificar de nuevo las reglas del Trasvase para evitar que sea obligatorio, eludiendo escenarios dantescos como el de un campo de Cartagena inundado recibiendo agua de un Tajo seco.
“No negamos el trasvase para beber, pero no se puede seguir sobrexplotando el río Tajo para generar negocio a una industria privada con un uso privativo del agua que además acarrea un grave perjuicio para el Medio Ambiente a ambos lados de la tubería”, aseveran los Ribereños.