Está acusada de integrar una organización criminal de carácter trasnacional, con fines lucrativos, cuyo objetivo era la comisión de delitos patrimoniales, defraudaciones y extorsiones mediante medios informáticos
La investigación comenzó a mediados de febrero cuando los agentes tuvieron conocimiento de que la arrestada tenía en vigor una notificación roja de INTERPOL emitida por las autoridades de Argentina. Se realizaron gestiones con el objetivo de ubicar su posible entorno social y familiar y, de esta manera, comprobar si la fugitiva se encontraba residiendo y trabajando en España. Las pesquisas revelaron que vivía en Madrid, por lo que se estableció un dispositivo policial en torno a su domicilio que finalizó con su localización y detención.
Integraba una organización criminal de carácter trasnacional
La fugitiva, de nacionalidad venezolana, era buscada por unos hechos que se produjeron en Argentina en el año 2018, y se le acusa de haber integrado una organización criminal de carácter trasnacional, con fines lucrativos. Los miembros del entramado actuaban concertadamente con el objetivo de cometer un número indeterminado de delitos, en su mayoría patrimoniales, defraudaciones y extorsiones a través de medios informáticos y utilizando el sistema bancario. Estas actividades generaron un elevado flujo de dinero que -además de circular por distintos países- sirvió para solventar gastos y mantener su propia estructura, así como para obtener un beneficio patrimonial y financiar otras actividades, hasta el momento no identificadas.