SETEM Catalunya, impulsora de la acción, organiza este martes y miércoles el Mobile Social Congress, jornadas de reflexión y debate con una mirada crítica al modelo de producción y consumo de electrónica y tecnologías de la comunicación
El Mobile Social Congress abordará temáticas como el impacto post-Covid en la cadena de suministro, prácticas antisindicalistas en grandes empresas como Amazon o el impacto social y ambiental de la extracción de metales en el Sur Global
Una 'performance' en la entrada del Mobile World Congress (MWC), el día que abría las puertas, ha servido para poner en evidencia los graves impactos sociales y ambientales de la industria del móvil. La acción simulaba una cadena de fabricación de la industria del móvil. Más allá de escenificar un ambiente de explotación, las presuntas trabajadoras de la cadena también exhibían carteles con mensajes de denuncia de la vulneración de los derechos laborales que se dan en este tipo de industrias.
La acción ha sido impulsada por SETEM Catalunya, que también es la entidad organizadora del Mobile Social Congress (MSC), que este año llega a su séptima edición y recupera parcialmente la presencialidad. Después de una jornada lúdica, este domingo, en los Jardins del Pou de la Figuera de Barcelona, ??las dos jornadas de debate y presentación de informes serán este martes día 1, online, y el miércoles día 2, presencialmente, en el Born - Centre de Cultura i Memòria, también de Barcelona.
La protesta a las puertas del MWC ha acabado con la lectura de un manifiesto, que comienza diciendo que se han personado en las puertas del congreso de móviles para fijar la atención, no sólo en los últimos modelos y nuevas funcionalidades, sino también en los impactos sociales y ambientales asociados a la producción y venta de dispositivos electrónicos.
El manifiesto exige unas condiciones de trabajo seguras y con salarios dignos, tanto en las minas donde se extraen los materiales necesarios para producir aparatos electrónicos, como en las fábricas donde se montan y procesan. Asimismo, se pide que se deje de externalizar costes sociales en países del Sur Global, y que se pare la persecución de líderes sindicales que se está produciendo en diferentes partes del mundo en el sector de la electrónica. En definitiva, se reclama "una tecnología justa y libre de conflicto", y se invita a participar en el Mobile Social Congress.
El Mobile Social Congress, dos jornadas de debate como complemento al MWC
El MSC se plantea como un complemento al MWC. El objetivo es generar una reflexión y más conciencia sobre los impactos generados con la producción y consumo de electrónica, silenciados en eventos como el Mobile World Congress, y realizar un análisis crítico en clave ecologista, feminista y de derechos humanos y laborales; denunciar un modelo que se considera injusto, extractivista y consumista, y mostrar nuevas formas de producir y consumir electrónica, respetando los derechos de las personas y el medio ambiente.
En la jornada del martes habrá distintas mesas de debate. Una sobre la fragilidad del sector de la electrónica y la incidencia de la Covid-19, con la crisis de suministro de semiconductores. La segunda mesa girará en torno a la compra pública responsable en el ámbito de la tecnología. Entre otros informes, se presentará uno sobre la creciente contratación por parte de administraciones europeas de servicios tecnológicos de grandes empresas como Amazon. Por último, en la última mesa se analizarán las prácticas antisindicalistas por parte de empresas y gobiernos en Estados Unidos y Filipinas.
El miércoles tendrá lugar la jornada presencial en el Born. Se analizarán, con la presentación de sendos informes, las malas condiciones laborales en fábricas electrónicas de Europa Central y del Este. La segunda mesa girará en torno a los mitos de la transición verde, y donde c0mo en el caso de las baterías de móvil u otros materiales vinculados a la transición energética se están replicando errores de la industria del móvil.
Pero más allá de denunciar la vulneración de derechos, se presentarán casos de buenas prácticas, como el proyecto de reciclaje de baterías eléctricas impulsado desde la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Por último, se abordarán cuestiones como el ciberactivismo en África o cómo la industria y los gobiernos han aprovechado la Covid-19 para incrementar los sistemas de vigilancia masiva y la consiguiente pérdida de derechos en nombre de la salud y la seguridad pública.