Se clausura el I Congreso Virtual Internacional organizado por FAE y SAE
"La exposición a situaciones estresantes a nivel emocional, la toma de decisiones y la forma de trabajar han afectado a la salud mental de la gran mayoría de profesionales. Además del daño directo de la Covid-19 sobre quienes la padecen, el impacto físico, psicológico y emocional sobre los sanitarios es de tal magnitud que se ha convertido en un reto añadido para las organizaciones, poniendo en jaque la sostenibilidad de un sistema cuyo verdadero puntal son las personas y no las estructuras sanitarias".
Esta es una de las conclusiones de Ana Porcar Ferrer, Técnico en Cuidados de Enfermería (TCE), en el Hospital Maz (Zaragoza), quien ha participado en esta edición congresual con la ponencia Retos e impacto emocional. Cuídate para poder cuidar.
La autora ha destacado en su intervención algunas de las situaciones que han vivido los profesionales y que ahora están pasando factura en su salud mental: demanda asistencial desbordada, cambios de protocolos a diario, inseguridad y estrés ante lo desconocido, cambios constantes en la disposición de los espacios hospitalarios, falta de recursos materiales y humanos, ausencia de contacto físico, apoyo y atención a las familias y su desconsuelo...
Situaciones que han llevado al límite a los profesionales y que, según ha subrayado Ana Porcar, "hacen necesario que se refuerce la salud mental en las áreas hospitalarias, brindando apoyo y rompiendo estigmas para que los sanitarios puedan realizar su trabajo de manera eficaz y con el mayor bienestar físico y emocional posible". Pero también destaca la necesidad de que los profesionales se responsabilicen de su propio cuidado y pidan ayuda antes de estar desbordados.
Mª Angélica Ramos, Catalina Arias, Beatriz Sánchez-Ánger y Mª Ángeles Tébar, TCEs del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares y del Hospital Público General de Tomelloso (Ciudad Real), también se han pronunciado en este sentido en su ponencia Covid en Atención Especializada UB2B: "el dolor y el sufrimiento ajeno, así como la muerte, no es fácil de soportar y esto tiene una resonancia psicológica en los profesionales sanitarios".
Además, las autoras han abordado los problemas adicionales que ha traído la Covid también en el enfermo: "el paciente Covid ha tenido que aprender a convivir con la soledad, la ansiedad, los temores, la sensación de indefensión, la irritabilidad e hipersensibilidad o los trastornos mentales asociados a la enfermedad y la no aceptación de la misma". Y en esta situación, los TCE, junto al resto del equipo sanitario, han participado en la formación del paciente para el autocuidado de las necesidades básicas y en la escucha activa sobre sus sentimientos y pensamientos problemáticos, orientándoles y resolviendo sus dudas en todo momento, especialmente ante aquellas generadas por el distanciamiento con sus familiares, para que les afecten lo menos posible en su recuperación.
Por su parte, Ana María Alarcón, licenciada en psicología clínica, durante su intervención Un año después consecuencias psicológicas de la pandemia en el colectivo de profesionales de enfermería, ha aportado algunos datos en este sentido: "según las cifras manejadas por los Colegios de Psicología autonómicos en relación con las intervenciones psicológicas realizadas hasta el momento, unos 151.000 familiares de enfermos y fallecidos por Covid-19, cerca de 150.000 profesionales sanitarios y hasta diez millones de personas de la población general pueden llegar a necesitar algún tipo de atención psicológica". De hecho, según un estudio del King´s College, incluso tres años después del aislamiento, se reportarán episodios de estrés postraumático.
Ética e impacto psicológico
Ética y Covid, presentada por Mª de los Dolores Carbayo, Mª del Pilar Mesquida y Antonia Riera, TCEs en el Hospital de Manacor (Baleares), ha puesto sobre la mesa los criterios participativos, legales y éticos necesarios en una asistencia justa y equitativa de la población.
En España se han publicado multitud de documentos de consenso sobre recomendaciones éticas para la toma de decisiones durante la pandemia, realizando constantes revisiones en un intento de evolucionar tan rápidamente como la enfermedad. Todas estas recomendaciones tienen el objetivo de apoyar a los profesionales en las decisiones difíciles, compartiendo la responsabilidad y carga emocional.
"La problemática ética surge en torno a la toma de decisiones como limitación del esfuerzo terapéutico, priorización de pacientes y racionamiento de recursos. Como consecuencia se puede ocasionar una situación de estrés moral en los profesionales implicados en estas decisiones y percibir los cuidados que proporcionan a estos pacientes como inapropiados. Por ello, no debemos menospreciar el impacto psicológico que la atención y toma de decisiones causa en el profesional pues, a pesar de seguir los protocolos y premisas establecidas respetando los principios éticos, pasarán factura en el momento actual y durante mucho tiempo aflorando gradualmente"
Junto a los profesionales TCE, los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) también han tenido un papel protagonista en esta edición congresual, compartiendo con los ponentes cómo se ha visto modificado su trabajo durante la pandemia y cómo se han tenido que adaptar los equipos para dar una respuesta eficaz a las necesidades de cada momento durante este último año.
Pero esta edición no sólo ha recogido el testimonio de los profesionales técnicos, al contrario, profesionales licenciados en medicina, farmacia, fisioterapia o psicología también han compartido su experiencia y aprendizaje sobre la Covid-19 durante estas tres jornadas.
"Hemos actualizado y ampliado nuestros conocimientos sobre la Covid-19, los protocolos a seguir con determinados pacientes de riesgo o las herramientas para hacer frente al impacto emocional que la atención sanitaria ha tenido en los profesionales, cumpliendo así con los objetivos del Congreso. Ha quedado patente que los profesionales técnicos son un ejemplo en la atención al paciente Covid y eso es gracias a la formación, que juega un papel fundamental en nuestro crecimiento como sanitarios, por ello, desde FAE y SAE continuaremos apostando por este pilar de crecimiento a través de diferentes actividades formativas, como el XXXI Congreso Nacional de TCE y TES, que celebraremos el próximo año en Sevilla y que versará sobre la donación y la vida del paciente trasplantado", concluye Mª Dolores Martínez, presidenta de FAE y secretaria general de SAE.