La organización de atención directa a la infancia cuenta con programas de acogimiento residencial y familiar en los que se pueden integrar los niños y las niñas no acompañados, así como con programas de apoyo a adolescentes y jóvenes.
Aldeas reclama el cese de las devoluciones en caliente y denuncia que haya menores hacinados en centros deportivos y naves industriales.
Se estima que al menos 1.000 niños, niñas y adolescentes han cruzado la frontera entre España y Marruecos en las últimas semanas, arriesgando sus vidas y convirtiendo la ciudad de Ceuta en el epicentro de una crisis migratoria que requiere de una respuesta inmediata. Con el objetivo de aportar soluciones concretas ante la actual emergencia humanitaria y de garantizar el bienestar de los niños y las niñas no acompañados en Ceuta, Aldeas Infantiles SOS pone a disposición de las Administraciones Públicas sus recursos de protección, de atención socioeducativa y de inserción laboral.
La organización de atención directa a la infancia cuenta con programas de acogimiento residencial y familiar en los que se pueden integrar los niños y las niñas no acompañados, así como con programas de apoyo a los adolescentes y jóvenes hasta su plena integración social y laboral. Estos servicios están distribuidos en diez Comunidades Autónomas.
Ante la vulneración de derechos que se está viviendo en la frontera, Aldeas Infantiles SOS reclama “la protección inmediata de todos los niños y las niñas y el cese de sus devoluciones en caliente, consideradas ilegales por los convenios internacionales en materia de protección a la infancia ya que ponen en riesgo a estos menores”. La organización recuerda que esta práctica solo está permitida cuando el niño o la niña manifiesta su voluntad de volver.
Aldeas también recuerda que la determinación de la edad debe hacerse con todas las garantías y respetando siempre el interés superior del niño. Por eso, pide que las pruebas de determinación de la edad se apliquen correctamente y que solo se realicen como último recurso, es decir, cuando el niño o la niña no tenga ningún documento que acredite su minoría de edad.
Finalmente, la organización denuncia que haya menores hacinados en centros deportivos y naves industriales, otros viviendo en situación de calle, familias separadas o personas no atendidas conforme al derecho internacional. En ese sentido, Aldeas Infantiles SOS considera fundamental la detección inmediata de aquellos perfiles más vulnerables para que puedan recibir una atención individualizada y psicosocial adecuada y para poder definir la mejor solución para cada caso.
La situación vivida en la frontera pone de manifiesto una vez más la necesidad de contar con vías migratorias seguras y con políticas de acogida y de protección para aquellos que cruzan la frontera. Aldeas Infantiles SOS también resalta la importancia de conocer la situación de los países de origen con el fin de poder llevar a cabo políticas de cooperación que den respuesta a sus necesidades.
“Los niños, las niñas y los adolescentes son las víctimas más vulnerables de esta crisis humanitaria, en especial aquellos que están solos; cada niño es único y tiene derecho a ser respetado y la etiqueta de 'migrante' o ‘refugiado’ no puede ser utilizada para degradar sus derechos, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres”, concluye la organización.