La ejecución de civiles desarmados, entre ellos niños, por parte de policía y militares es intolerable e injustificable. Mientras celebraba su Día de las Fuerzas Armadas, el ejército de Myanmar se ha convertido en el enemigo de la población a la que pretendía defender. España no escatimará esfuerzos en lograr que los responsables de estos crímenes respondan ante la ley de sus actos.
España traslada su más sincero pésame a las familias de los fallecidos desde el pasado 1 de febrero, y reitera su llamamiento a la liberación de los detenidos y al cese inmediato de la violencia.
Origen de los datos: sitio web de lamoncloa.gob.es
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