La guerra en Siria ha dejado la vida y el futuro de una generación de niños pendiendo de un hilo, ha advertido hoy UNICEF. Mientras el conflicto se acerca a su décimo aniversario, que se cumple el próximo 15 de marzo, la situación de muchos niños y familias sigue siendo precaria, y casi el 90% de los niños necesitan asistencia humanitaria, un aumento del 20% solo en el último año.
"Este no puede ser solo otro hito sombrío que pasa por la visión periférica del mundo mientras los niños y las familias en Siria continúan luchando", ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. "Las necesidades humanitarias no pueden esperar. La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para lograr la paz en Siria y movilizar el apoyo para sus niños".
Una década de conflicto ha tenido un impacto sobrecogedor en los niños y las familias en Siria:
En el último año, el precio de la cesta de la compra aumentó más del 230%;
Más de medio millón de niños menores de cinco años en Siria sufren retraso en el crecimiento como resultado de la desnutrición crónica;
Casi 2,45 millones de niños en Siria y otros 750.000 niños sirios en los países vecinos no están escolarizados; el 40 % de ellos son niñas.
Según datos verificados, entre 2011 y 2020:
Casi 12.000 niños murieron o resultaron heridos;
Más de 5.700 niños, algunos de tan solo siete años, fueron reclutados para los combates;
Más de 1.300 instalaciones y personal médico y educativo han sufrido ataques.
El número registrado de niños que muestran síntomas de trastornos psicosociales se duplicó en 2020, ya que la exposición continua a la violencia, el shock y el trauma ha tenido un impacto significativo en su salud mental, con implicaciones a corto y largo plazo.
La situación en el norte de Siria es particularmente alarmante. En el noroeste, millones de niños siguen desplazados y muchas familias han huido de la violencia varias veces, algunas hasta siete veces, en busca de seguridad. Han sufrido otro largo invierno, luchando contra un clima severo, que incluye lluvias torrenciales y nieve, viviendo en tiendas de campaña, refugios y edificios destruidos o sin terminar. Más del 75% de las violaciones graves registradas en 2020 ocurrieron en el noroeste del país.
En el campo de Al-Hol y en todo el noreste de Siria, 27.500 niños de al menos 60 nacionalidades y miles de niños sirios vinculados a grupos armados languidecen en campamentos y centros de detención. La violencia ha aumentado recientemente en Al-Hol, poniendo vidas en riesgo y subrayando la necesidad de soluciones a largo plazo, incluida la reintegración en las comunidades locales o la repatriación segura de los niños a sus países de origen.
Además, el número de niños refugiados en los países vecinos, que continúan albergando generosamente el 83% del número total de refugiados sirios en todo el mundo, se ha multiplicado por diez hasta llegar a los 2,5 millones desde 2012, lo que supone una presión adicional para unas comunidades que ya están sobrecargadas.
Durante la última década, UNICEF ha ampliado sus operaciones en respuesta a la crisis de Siria para satisfacer las necesidades humanitarias inmediatas y a largo plazo. Solo en 2020, y en medio de desafíos importantes, -incluyendo la pandemia de COVID-19 que se extendía rápidamente-, UNICEF continuó brindando asistencia humanitaria para salvar vidas a niños y familias en Siria y los países vecinos, incluyendo:
• Casi 900.000 niños recibieron inmunizaciones o vacunas de rutina contra el sarampión;
• Se llegó a más de 400.000 niños con apoyo psicosocial;
• Más de 3,7 millones de niños tuvieron acceso a la educación formal y no formal;
• Más de 5,4 millones de personas accedieron a agua potable gracias a la mejora de los sistemas de suministro de agua;
• Se llegó a más de 55 millones de personas con información sobre medidas de seguridad y salud en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Mientras Siria cumple 10 años de guerra, UNICEF recuerda a las partes en conflicto, a quienes tienen influencia sobre ellas y a la comunidad internacional en general, que:
• Las organizaciones humanitarias como UNICEF necesitan con urgencia el apoyo y la financiación que necesitan para brindar asistencia a los niños de Siria. UNICEF solicita (1.175 millones de euros) para su respuesta dentro de Siria y los países vecinos para 2021.
• Los niños vinculados a grupos armados, especialmente los que se encuentran en el noreste de Siria, deben reintegrarse en las comunidades locales. Los hijos de ciudadanos extranjeros deben ser repatriados de forma segura a sus países de origen.
• Las partes en conflicto deben abstenerse de atacar a los niños y la infraestructura civil, incluidas escuelas, hospitales, clínicas y puntos de agua.
• Hacemos un llamamiento para una renovación de la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre asistencia transfronteriza que permita la continuación de la prestación de asistencia vital a través de las fronteras de Siria.
• No hay ganadores en esta guerra y la mayor pérdida recae sobre los niños de Siria. Es hora de que las partes en conflicto bajen las armas y se sienten a la mesa de negociaciones. La paz y la diplomacia son la única salida de este abismo.
"A pesar de los increíbles desafíos que afrontan, los niños y jóvenes de Siria nos muestran la definición de perseverancia y determinación", afirma Ted Chaiban, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte. "Su determinación de aprender, superar las dificultades y construir un futuro mejor es admirable. Durante la última década, UNICEF ha estado apoyando al pueblo sirio y a los países de acogida en una de las guerras más devastadoras de la historia reciente. Seguiremos estando allí para los niños de Siria y las comunidades de acogida, y contamos con el generoso apoyo de la comunidad internacional".