La Fundación Savia solicita un reparto de la PAC más justo y equitativo para los ganaderos de extensivo

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La Fundación Savia solicita un reparto de la PAC más justo y equitativo para los ganaderos de extensivo

El problema de la Convergencia interna de los Derechos de Pago Básico de la PAC en España tiene que, en opinión de la Fundación Savia, ser abordado para ser justos, no sólo pensando en los propietarios actuales de los Derechos, sino también teniendo en cuenta, muy especialmente a todos aquellos agricultores y ganaderos que mantienen y cuidan el ganado y el campo diariamente de acuerdo con las actuales directrices de la PAC, que tienen unos objetivos socioambientales muy distintos a los que existían cuando se establecieron y repartieron estos Derechos.

Las antiguas propuestas de Ayudas a la Renta distan mucho de las demandas socioambientales europeas actuales, en las que se reivindica una producción agraria con modelos más extensivos y sostenibles, para la consecución de estos objetivos y que, realmente, se haga justicia con la ganadería extensiva es necesario que la PAC rescate a los Pastos y su aprovechamiento racional por el ganado, pues aunque suponen el 40% de todo el territorio nacional, sólo están bajo el amparo de la PAC el 20% de los mismos.

En la actualidad, el 80% de los Pastos están abandonados a pesar de ser la superficie agraria de mayor extensión del territorio (19 millones de hectáreas, frente a los 18 millones de hectáreas de tierra cultivable), ya que sólo existen Ayudas compensatorias directas para 4,25 millones de hectáreas.

Para salir de esta situación, la Fundación Savia plantea, en una extensa y documentada carta al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas:

  • Que los pastos españoles sean tenidos en cuenta en la nueva PAC de acuerdo con su extensión territorial y su importancia medioambiental.
  • Que se tengan en cuenta toda la diversidad y variedad de pastos existentes (Pastos en la España Húmeda, Seca, de Transición, Montaña, etc.).
  • Que se tenga conciencia social de que el valor real en euros de todos los pastos en España es similar al valor total de todas las cosechas de cereal (alrededor de 2.500 millones de euros), que sólo en 2018, fueron abandonadas 600.000 hectáreas de Pastos.
  • Que quede suficientemente aclarado en las negociaciones agrarias que sólo es ganadería extensiva aquella que pastorea en el campo y se alimenta básicamente de Pastos, forrajes y rastrojos, y también se sepa que el ganado en intensivo no está incluido en los Derechos de Pago Básico de la PAC (hectáreas admisibles), y que, en todo caso, los animales estarán incluidos en los Pagos Asociados.
  • Que es necesario conocer que los Pastos españoles, gracias a los avances en los conocimientos de alimentación, manejo del ganado y del suelo racionalmente aprovechados, son capaces de producir la cantidad de carne de calidad que necesitan consumir la sociedad española, para una dieta nutritiva y saludable (OMS y FAO)
  • Que es importante dar a conocer que los Pastos bien gestionados prestan servicios ecosistémicos muy importantes para la sociedad (Bienes Públicos) y que los suelos y áreas de pastoreo son claves y esenciales para revertir la pérdida de biodiversidad, detener el cambio climático y prevenir pandemias tan alarmantes como la del COVID19.
  • Que es necesario hacer hincapié en que la ganadería extensiva es aquella en la que los animales están sueltos, y son guiados en el campo para aprovechar racionalmente los recursos naturales en el que actúan, además, como herramientas de conservación y garantizar el ciclo vital suelo-planta-animal-suelo.
  • Que hay que separar conceptualmente y de forma urgente la ganadería extensiva de la intensiva. La ganadería extensiva debe ser considerada en la nueva PAC como un subsector que aporta soluciones climáticas y medioambientales, que nunca podrá la ganadería intensiva.
  • Que, una vez se tengan presentes estas consideraciones, se evitará que ocurra en la nueva PAC, las contradicciones que actualmente se están produciendo en la convergencia de cada una de las 50 incomprensibles Regiones. “¿Cómo se puede explicar convincentemente que existen valores máximos, hoy día, de 85.597,65 euros, 52.752,78 euros ó 30.069,30 euros repartido en tres Regiones distintas? ¿Qué tipo de convergencia aceptada por todos se puede hacer en cada una de estas Regiones con valores mínimos de 0,85, 0,13 ó 0,76 euros?
  • Que, desde el punto de vista de la Fundación, el problema y la injusticia que se está hoy produciendo puede continuar en esta transición si no es replanteada la propuesta de convergencia actual. Ponen como ejemplo la Región 0103, que engloba 1,6 millones de hectáreas y tiene 22.386 beneficiarios. En ella, se cobra de media 60,39 euros/hectárea, y, actualmente, hay quien está cobrando 0,07 euros por Derecho de Pago Básico y quien está cobrando 13.926,32 euros por Derecho. ¿Ha echado alguien cuentas de que avanzando en el sentido de todos los países miembro europeos, una única Región (tasa plana) daría ligar a que en España todas las hectáreas admisibles actuales cobrarían cada una 160 euros por Derecho?

Para finalizar, Savia plantea una serie de cuestiones en relación con la justicia y el futuro de los ganaderos de extensivo y los Pastos, en contraposición a la primacía que se está dando actualmente de las cabezas de ganado encerrado, que tienen estrecha relación con el abandono de los Pastos. Esta carta ha sido acompañada del Informe de la Ganadería Extensiva con vistas a la nueva PAC (2021-2027) elaborada el pasado mes de Octubre por FEDEHESA, la Fundación Savia y la Cátedra de Ganadería Ecológica Ecovalia.

Carta remitida al Ministro 

Estimado Ministro,

Nos dirigimos a usted con mucho afecto y respeto para intentar colaborar con nuestra opinión sobre el urgente problema de la Convergencia interna de los Derechos de Pago Básico de la PAC en nuestro país. Somos conscientes de la complejidad estructural con la que se encuentra su Ministerio para realizar esta convergencia, debido a decisiones tomadas hace años no exentas de cierto grado de injusticia y de arbitrariedad con frecuentes lagunas en la argumentación técnica; pero también estamos convencidos de la necesidad imperiosa que existe para abordar sin demora su resolución para no alejarnos, aún más, de las directrices actuales de la PAC y de la convergencia (intracomunitaria) con los demás países miembros de la Unión Europea.

El equipo técnico de la Fundación Savia (constituido por expertos agrícolas y ganaderos) viene estudiando desde hace bastante tiempo y con mucho interés este problema, y pide que nos comprometamos a defender y difundir una convergencia justa para España en la que se tenga en cuenta no sólo a los propietarios actuales de los Derechos (muchos de los cuales siguen cobrando por lo que hacían hace 20 años), sino, especialmente, a aquellos agricultores y ganaderos, que desde cualquier situación personal, dedican su tiempo y esfuerzo diario a manejar el campo y el ganado de acuerdo con las directrices actuales de la PAC, que, por cierto, tienen unos objetivos socio-ambientales muy distintos de los que existían cuando se establecieron y repartieron esos Derechos que, hoy, se reivindican como Históricos, como si un error o injusticia cometida hace años se pudiese convertir en una "injusticia histórica".

En este sentido, empezamos diciendo que nuestra Fundación está muy alejada de aquellas propuestas que reivindican continuar con unas Ayudas a la Renta basadas en las producciones agrícolas y ganaderas de hace más de 20 años, cuando el objetivo principal de la PAC era la intensificación de los procesos productivos para obtener mayor cantidad de Kilos por hectárea. Hoy día la PAC, dando respuesta a las demandas actuales de la sociedad europea, ha cambiado sus objetivos de producción cuantitativa por otras formas distintas de producir basadas en modelos más extensivos y sostenibles (eminentemente cualitativos), que obligan al productor a realizar una serie de prácticas en la explotación que sirven para respetar el medio ambiente y el bienestar de los animales, además de que contribuyan a la amortiguación del cambio climático y eviten la despoblación rural.

Por tanto, creemos que, llegado este momento de transición, hay que aprovechar la oportunidad, y proponer a Bruselas un cambio radical de rumbo en la convergencia para conseguir unos objetivos más modernos y sociales que, entre otras cosas, sirvan para hacer justicia con los verdaderos ganaderos de extensivo, y rescatar para la PAC y la producción ganadera a los PASTOS, que según el SIGPAC representan nada menos que el 40% de la superficie total española (cerca de 19 millones de hectáreas), y de los que sólo están, bajo el amparo de la PAC, 4,25 millones de hectáreas (el 8%), que son los únicos Derechos de Pago Básico que le fueron adjudicados a los propietarios de Pastos o ganaderos de extensivo en el desafortunado e injusto reparto de Ayudas Directas que se realizó en el año 2015 para la PAC actual.

Los Pastos, señor Ministro, son el auténtico "talón de Aquiles" de la agricultura española, para poder cumplir aceptablemente con los objetivos medioambientales de la Política Agraria Europea y su función esencial, que consiste en: hacer un uso apropiado del suelo, aprovechar racionalmente sus recursos y mantenerlo en unas condiciones adecuadas de actividad. Sin embargo, desgraciadamente, eso no está ocurriendo en España en la actualidad con los Pastos, de los que casi el 80% están abandonados y expuestos al fuego, a pesar de ser la superficie agraria de mayor extensión de todo el territorio nacional (toda la tierra cultivable apenas alcanza los 18 millones de hectáreas frente a los 19 millones de hectáreas que existen de pastos).

Consideramos que esta incomprensible y desgraciada situación de los pastos españoles dentro de la Política Agraria Común (PAC), se debe al siguiente gran error de partida, que debe ser corregido sin más dilación:

Las Ayudas a la Renta del sector agrario español se han concentrado (84% Pagos Directos) en sólo 15,6 millones de hectáreas de tierras labradas (31% de todo el territorio nacional). Además de la tierra cultivada, sólo existen Ayudas compensatorias para la escasa cantidad de 4,25 millones de hectáreas de pastos que reciben el pequeño resto que quedó en el reparto de los Derechos de Pago Básico (16% del total). Por tanto, se da la paradoja de que la PAC deja fuera de las Ayudas a la Renta al 61% de la superficie total de España, que en su inmensa mayoría es pastoreable. Los siguientes datos reflejan la caótica situación de los Pastos en España (año 2018):

El SIGPAC (Servicio de Información Geográfica) dice que hay 18,8 millones de hectáreas.

El Anuario de Estadísticas Agrarias dice que sólo hay 8,8 millones de hectáreas.

El informe del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) dice que hay 5,9 millones de hectáreas.

Con esta situación de partida, sabiendo que sólo tienen Derechos de Pago Básico 4,25 millones de hectáreas, no es posible plantear un futuro esperanzador de la PAC en España. Es muy difícil ser optimista cuando, además, se conoce que el 84% de los municipios rurales españoles sólo reciben el 49% de los Fondos de la PAC, y, sin embargo, lamentamos que estén despoblados.

Creemos, Sr. Ministro, muy sinceramente, que para salir de la difícil y complicada situación en la que estamos, deberíamos volver de nuevo al Reglamento Europeo 1307/2013 sobre distribución de los Pagos Directos, y detenernos en algunos artículos que merecerían ser interpretados un poco más correctamente, como por ejemplo:

El Artículo 23, que dice que si se crean regiones por parte de un país miembro se debe de hacer con "criterios objetivos y no discriminatorios"; o

El Artículo 25 que dice "que en el año 2019 los Derechos de Pago Básico en un Estado Miembro o región tendrán un valor unitario uniforme". ¿Por qué no lo hemos podido hacer nosotros? Pensamos que es porque las 50 Regiones se crearon exprofeso artificialmente y porque los Derechos Históricos son una anomalía interpretativa interesada.

Por todo lo expuesto hasta ahora, y sólo con el ánimo de colaborar en la solución de este grave problema que nos afecta a todos, le solicitamos:

Que los pastos españoles sean tenidos en cuenta en la nueva PAC, de acuerdo con su extensión territorial (40% de la totalidad del suelo) y su gran importancia medioambiental, ya que son elementos básicos para que España pueda cumplir con el Acuerdo de París (2015) y muy especialmente con el Pacto Verde Europeo (2020) y sus dos estrategias "de la Granja a la Mesa" y "Biodiversidad 2030", que cuenta con la nueva PAC, para lograr la neutralidad climática en el año 2050, proteger la naturaleza y revertir la degradación de los ecosistemas.

Que se tengan en cuenta la gran diversidad de pastos que hay en España y la gran variedad de los mismo, al igual que se hace cuando se habla de la diversidad de las regiones agrícolas españolas (pues existen Pastos en la España Húmeda, la España Seca, la España de Transición, la Montaña, etc.) influenciados, además, por las distintas formas de pastorear que existen con las diversas especies animales.

Que se tenga conciencia social de que el valor real, en euros, de todos los pastos que existen en España (unos 13.000 millones de U.E.f) es similar al valor total de las cosechas de cereales (alrededor de 2.5000 millones de euros y que desgraciadamente han sido ignorados por la PAC, se están abandonado, y lo que es peor, después terminan ardiendo). Sólo el año 2018 se han abandonado más de 600.000 hectáreas de Pastos en España (4,3% anual) y se sabe que el 74% de los incendios se producen en terrenos ganaderos abandonados. Desde que en España se ha empezado a aplicar la PAC (33 años) han ardido 4,2 millones de hectáreas.

Que quede suficientemente aclarado en las negociaciones agrarias entre la Administración y otros Organismos, que sólo es ganadería extensiva aquella que pastorea en el campo y se alimenta básicamente de Pastos, forrajes y rastrojos, y que también se sepa que el ganado en intensivo no está incluido en los Derechos de Pago Básico de la PAC, (que sólo se incluyen las hectáreas admisibles manejadas adecuadamente) y que, en todo caso, los animales estarán incluidos en los Pagos Asociados.

Que es necesario conocer que, gracias a los avances en los conocimientos de alimentación y manejo del ganado y del suelo, los Pastos españoles, racionalmente aprovechados por nuestras 168 excepcionales razas autóctonas (84% de ellas en peligro de extinción) son capaces de producir la cantidad de carne de calidad que necesitan consumir los habitantes españoles, de acuerdo con las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud, para una dieta sana y equilibrada (350 gramos repartidos en dos veces a la semana).

Que es importante dar a conocer, que está científicamente demostrado, que los Pastos bien gestionados prestan servicios ecosistémicos muy importantes para la sociedad (Bienestar social), y que los suelos y áreas de pastoreo son elementos claves y esenciales para revertir la pérdida de biodiversidad, detener el cambio climático y prevenir pandemias, como, por ejemplo, la del COVID19 que actualmente nos está afectando tan alarmantemente (OMS, FAO, OIE). Debemos ser conscientes además de que los Pastos bien gestionados incrementan la relación entre el suelo, los animales y los personas, que es fundamental para desarrollar una buena Salud Pública (ONE HEALTH), potenciar los sistemas sostenibles (economía circular) y luchar contra el cambio climático (sumideros de carbono). Por poner sólo un ejemplo, una hectárea de pastos bien cuidada puede absorber las emisiones contaminantes, a razón de 17 a 32 toneladas de CO2/hectáreas/año.

Que es necesario hacer hincapié en que cuando nos referimos a la ganadería extensiva nos estamos refiriendo a unos animales que, sueltos y guiados en el campo, tienen, en el día de hoy, más valor social por los Bienes Públicos que generan (paisaje, conservación del medio natural, biodiversidad, bienestar animal, amortiguación del cambio climático, evitando el fuego y la despoblación) que por la cantidad de carne que producen para abastecer de alimento a las personas. Pues estos animales actúan no sólo como máquinas de producir carne, sino que, además, tienen la noble función de ser elementos esenciales (herramientas de conservación) en los terrenos de pastoreo para mantener ecosistemas con una gran diversidad de plantas (flora autóctona), adaptadas genéticamente a adaptarse a largos periodos de sequía y comportándose de una forma muy resistentes a las perturbaciones climáticas, características que tienen un valor inapreciable para garantizar el ciclo vital suelo-planta-animal.

Que, en este contexto de lucha contra la contaminación y amortiguación de cambio climático, hay que separar conceptual y urgentemente la ganadería extensiva de la ganadería intensiva, debiéndose considerar a la ganadería extensiva, en la nueva PAC, como un subsector que aporta soluciones sociales y medioambientales a toda la sociedad europea (salud y bienestar social). Algo muy distinto de lo que está ocurriendo ya con la ganadería intensiva o industrializada, que cada día está encontrando un mayor rechazo en gran parte de la población por los problemas de contaminación que genera (emisiones de gases de efecto invernadero, degradación de suelo y contaminación del agua, malos olores, polución,…) y debido a las dudas que surgen sobre su sostenibilidad a largo plazo (pues se produce un importante dispendio de calorías, tiene una huella de carbono muy prejudicial, existe una fuerte dependencia del exterior, influye en la deforestación amazónica…). Además, hay que tener en cuenta la dificultad que encuentra y los constantes cambios legislativos que lleva inherentes para garantizar a la población que se respete el principio de protección del Bienestar Animal.

Que, una vez que se tenga presente está serie de consideraciones, se evitará que ocurra en la nueva PAC la contradicción que se está produciendo en la actual y cuestionada convergencia entre Regiones, para acercar al valor de los Derechos de Pago Básico hacia un el valor medio. Pues se da la paradoja que, debido a la desacertada distribución de Derechos que se hizo en su día, aparecen en todas y cada una de las 50 Regiones actuales, valores mínimos de alrededor de 1 euro por hectárea (de media 0,87) y unos valores máximos superiores a miles de euros por hectárea (de media 17.583 euros). Ocurriendo el caso de que muchos productores que están cumpliendo adecuadamente los objetivos y exigencias de la PAC (pero cuyos Derechos sólo están un poco por encima de la

media), verán ahora como han reducido aún más el escaso importe del valor de Derecho que está cobrando, mientras que muchos otros productores que sin (Derechos Especiales) cumplir con los objetivos y exigencias de la PAC (y teniendo valores extremadamente superiores a la media) seguirán cobrando miles de euros por hectárea. ¿Cómo puede explicar convincentemente que existen valores máximos, hoy día, de 85.597,65 euros, 52.752,78 euros ó 30.069,30 euros repartido en tres Regiones distintas? ¿Qué tipo de convergencia se puede hacer en cada una de estas Regiones con mínimos de 0,85, 0,13 ó 0,76 euros/hectárea? ¿Es posible racionalizar la convergencia cuando en cada una de las 50 Regiones existen Derechos con valores mínimos y máximos que no guardan paralelismo, ni homogeneidad con el valor medio de cada una de ellas?

Comprendemos que es un gran problema, pero también tenemos la sensación de que se pueden buscar soluciones para que la convergencia sea un poco más justa.

Que desde nuestro punto de vista el grave problema existente y la injusticia que se está produciendo desde hace mucho tiempo puede continuar en esta transición. Vamos a tomar como ejemplo una Región, en la que sólo existen Pastos, (Región 0103). En ella ocurre lo siguiente: Engloba a 1,6 millones de hectáreas (casi el 40% de todos los Pastos que tienen Derecho de Pago Básico en la PAC). Tiene 22.386 perceptores o beneficiarios que gestionan una media de 71,5 hectáreas y cobran de media 4,317 euros, porque el valor medio del Derecho es de 60,39 euros/hectárea (el más bajo de las 50 Regiones). Pero ocurre que hay quien está cobrando 0,07 euros por Derecho de Pago Básico y quien está cobrando 13.926,32 euros por Derecho. ¿Qué podría producir una hectárea de Pasto para alcanzar un Derecho de 13.926,31 euros? ¿Quizás pueda ocurrir que esté en manos de un ganadero de intensivo o de alguien que hace años que no tiene pastos ni ganado? Si esto pudiera estar pasando en la PAC del año 2021, probablemente se deba a que no hemos acertado y estemos obligados a replantearnos incluso la propuesta de la convergencia actual.

Porque, siguiendo con el mismo ejemplo, se puede observar en los datos publicados por el Ministerio que los Derechos de 0,07-25 euros están en manos de un grupo de solo 141 beneficiarios (¿cuántos miles de hectáreas tendrán?) y todos los que cobran por encima de los 1.000-2000 euros por Derecho son 163 beneficiarios (si son ganaderos de intensivo, ¿cuántos miles de Derechos tienen?). Pero, además, hay alrededor de 1.000 beneficiarios que cobran de 200 a 1.000 euros por Derecho y, sin embargo, gracias a esta rara convergencia, se van a ver perjudicados con la pérdida de parte de sus Ayudas a la Renta más de 4.500 ganaderos que cobran menos de 100 euros/hectárea (la mitad de cualquier agricultor), y que van a ver incomprensiblemente bajar sus Ayudas hacia los 60,39 euros/hectárea (el valor medio más bajo de todas las 50 Regiones). Cuando, además se da la circunstancia de que la media de todos los Derechos

de Pago Básico (hectáreas admisibles) que existen en España sería de 160 euros/hectárea, si se tuviese que converger en una sola Región (tasa plana) que es lo que han conseguido ya la mayor parte de todos los países miembro.

Sr. Ministro, por favor, ¿no es posible hacer justicia con estos ganaderos marginados de extensivo tradicionalmente por la PAC? ¿Es posible saber el futuro que le espera a los Pastos y la ganadería extensiva española dentro de este galimatías (pues sin pastos no hay ganadería extensiva)? Porque los ganaderos de extensivo piensan que aquí se va a seguir primando las cabezas de ganado encerrado (intensivo) a costa de las hectáreas de Pastos abandonadas, que sólo pueden ser mantenidas y conservadas adecuadamente pastoreando, (que, además, es la forma más sostenible y sana de producir carne de calidad para la población) a la vez que generan Bienes Públicos

(Bienestar Social) para una sociedad moderna que demanda conservar el medio ambiente, se lucha contra el cambio climático, que, precisamente, es lo que busca primar especialmente la nueva PAC.

Adjunto le acompañamos, también, el Informe sobre la Ganadería Extensiva que hicimos en Octubre, y que le enviamos a su equipo, pero que es posible que se haya extraviado porque no hemos recibido noticias de su recepción.

Sin más dilación, muchas gracias una vez más por su atención.

Reciba un cordial saludo.

Francisco Casero Rodríguez

Presidente

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