Un nuevo Trasvase a futuro eleva a 60 hm3 los pendientes de envío. Con la posible entrada en nivel 2 para febrero y marzo, alcanzaría casi los 140 hm3, que se trasvasarían de golpe al reabrir el canal tras finalizar las obras de La Bujeda.
La vida sigue igual en 2021, o quizás peor, para la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, que vuelven a sufrir un nuevo varapalo a favor de los intereses privados de la agroindustria. "Cada trasvase es una muesca más en el revolver del SCRATS, un clavo en nuestro ataúd y un atentado contra los intereses de todos los españoles, a los que expolian su río Tajo para que ganen dinero los de siempre", lamenta con amargura la presidenta, María de los Ángeles Sierra.
El papel de los Ribereños volvió a ser testimonial en la "pantomima" de Comisión celebrada ayer, en la que volvieron a ignorarse por completo los argumentos del técnico de la asociación. Un mero trámite, como anunciaban en nota de prensa, para certificar simplemente el máximo nivel trasvasable.
Tampoco hubo sorpresa por parte del Ministerio, que volvió a acreditar su papel colaboracionista con los intereses de la agroindustria que, recordemos, son los principales enemigos del Tajo, el Mar Menor, los agricultores tradicionales, el Medio Ambiente y el desarrollo económico de la España Vaciada que representan los municipios de la Asociación.
Borja Castro, vicepresidente de los Municipios Ribereños, lamentaba un mes más la "oportunidad perdida de marcar la diferencia desde el Ministerio de Transición Ecológica y desmarcarse de la sombra del antiguo MAPAMA, en el que la agricultura pesaba más que el Medio Ambiente".