Acción contra el Hambre recopila en el catálogo REEMPRENDIENDO EL CAMINO los negocios inclusivos apoyados en los últimos meses, desde la hostelería al sector cultural, para animar a la población a consumir productos y servicios que garanticen alimentación y un medio de vida a los más afectados por la crisis económica de la pandemia.
Las personas emprendedoras son uno de los colectivos que está ya sufriendo las mayores consecuencias económicas y sociales de la pandemia, con implicaciones significativas para todo su entorno.
Acción contra el Hambre, que solo en 2019 apoyó más de 400 planes de negocio inclusivo, destaca cómo las posibilidades de emprender conquistan espacio al empleo por cuenta ajena como medio de vida ante la situación actual del país pero alerta de que la puesta en marcha de sus empresas se está retrasando ante la perspectivas económicas.
Apoyar a las personas en riesgo de exclusión. Este es el objetivo del primer catálogo de emprendimiento inclusivo, una recopilación de los negocios con los que Acción contra el Hambre ha colaborado, en varios sectores afectados por la COVID-19, desde la hostelería a la cultura. ¿El fin último? Animar a la población a adquirir los productos y servicios del colectivo más afectado por la crisis, alejando en la medida de lo posible el riesgo de pobreza. “Detrás de estos negocios no solo hay un gran esfuerzo, sino también el medio de vida de cientos de familias que no pueden emplearse por cuenta ajena en este momento. Por ello, hemos querido mostrar a la población estos negocios y plantearlos como una opción prioritaria de consumo para, en última instancia, evitar su cierre", explica Ana Alarcón responsable de los programas de emprendimiento de Acción contra el Hambre.
“El emprendimiento por necesidad aumenta siempre en épocas de crisis, lo que intentamos desde Acción contra el Hambre es hacer un acompañamiento cercano para que se emprenda sobre la base de un análisis técnico y económico del modelo de negocio y no se haga a la desesperada”, explica Alarcón. Con este catálogo Acción contra el Hambre da visibilidad a esas iniciativas emprendedoras que “desde la organización hemos visto crecer y que hemos ayudado a poner en marcha, para que no tengan que echar el cierre o reducir plantilla”, añade.
Rescatar los pequeños negocios del barrio
En este libro se presentan negocios de todo tipo: decoración de muebles, moda, cuidado animal, alimentación, deporte, fotografía, etc. “Aparecen más de 440 iniciativas de diferentes clases y, gracias a esta variedad, se puede llegar a más personas que estén interesadas en apoyar el comercio local y el emprendimiento inclusivo”, dice Alarcón.
Estos negocios se ubican por toda la geografía española (Asturias, Madrid, Andalucía, Galicia, Catalunya, Comunidad Valenciana, entre otras) y cuentan con redes sociales o páginas web que facilitan las opciones de compra o contratación de sus servicios y productos.
Saray Valera y Ana de la Cruz de Antiquísima, negocio que se dedica a la restauración de muebles, señalan que “la pandemia ha creado más incertidumbre “. De hecho, de la Cruz asegura que durante el estado de alarma temió que los encargos previos al confinamiento no fueran pagados. “Ahora tenemos más cuidado con los costes y otros gastos por lo que pueda llegar en los próximos meses”, dice Valera. Las dos coinciden en que un catálogo como el que ha elaborado Acción contra el Hambre es clave para rescatar los negocios pequeños del barrio: “Es una idea muy buena para no perder la esencia de los barrios, recuperar los locales de siempre y concienciar a la ciudadanía de la importancia del comercio local y de cercanía”.
Apoyando el emprendimiento como medio de vida
Acción contra el Hambre, que trabaja desde hace años acompañando a personas en riesgo de vulnerabilidad para que desarrollen su idea de negocio, alerta de que muchos de los participantes de sus programas de emprendimiento han decidido retrasar la puesta en marcha de sus empresas ante la enorme incertidumbre económica. “La noticia positiva es que solo una minoría se plantea abandonar su idea de negocio, la mayoría quiere seguir adelante y se interesa en cómo adaptar su plan, incluir todo el elemento digital, la posible venta on line, cumplir normativas, incluso qué otro tipo de servicio o producto está demandando el mercado para poder ofrecerlo. Lo retrasan para ir un poco más sobre seguro, pero no abandonan”, aclara Alarcón.
Ahora, más que nunca, hay que apoyar el emprendimiento inclusivo para que no sea un sector en retroceso: “Es muy importante solventar la brecha digital, que no sea un obstáculo, ya que ahora mismo es parte esencial en cualquier empresa. También es crucial abordar el reto de los cuidados, que penaliza el emprendimiento de las mujeres: tienen el mismo o más espíritu emprendedor que los hombres pero al tomar el peso de los cuidados en la familia abandonan por el camino el emprendimiento por la gran dedicación.”, indica Alarcón.
Desde 2015 Acción contra el hambre ha apoyado la constitución de 565 negocios inclusivos. El 12% de las personas que participan en los programas de emprendimiento arrancan s negocio y el 35% elaboran su propio plan de empresa.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional que lucha contra las causas y los efectos del hambre. Salva la vida de niños y niñas desnutridos. Garantiza a las familias acceso a agua segura, alimentos, formación y cuidados básicos de salud. Trabaja también para liberar a niños, mujeres y hombres de la amenaza del hambre. En España trabaja contra el desempleo y por la inclusión sociolaboral de personas con dificultades de acceso al mercado de trabajo.