La falta de densidad, tapar cicatrices superficiales o corrección de microblading o micropigmentación, entre las razonas para hacerse un injerto de cejas
Las cejas tienen una importancia primordial en nuestro rostro, ya que pueden llegar a conseguir que nuestra expresión cambie por completo. Por ello, cada vez más personas recurren al microinjerto de cejas, una alternativa definitiva al microblading, una técnica estética semipermanente realizada pelo a pelo que permite modificar la forma y el color de la ceja.
Y aunque parezcan tratamientos similares son muy diferentes. La clínica de medicina capilar MC360 explica en qué consiste el microinjerto de cejas y sus principales ventajas frente al microblading. "El microinjerto de cejas es una intervención prácticamente indolora en la que se implanta pelo de otra parte del cuerpo en las zonas con carencia de vello de las cejas, para que nazcan de forma natural tras la intervención. Las unidades foliculares se extraen de la zona donante, presente en la nuca, y se implantan en la zona receptora, que en este caso son nuestras cejas", asegura la doctora Cristina Chacón, experta en medicina capilar de la clínica MC360.
Entre las razones más frecuentes para una solicitud de trasplante de cejas están:
1. Falta de densidad generalizada o en calvas por excesiva depilación mantenida en el tiempo.
2. Falta de densidad por estrés o ansiedad.
3. Falta de densidad por enfermedades hormonales o sistémicas de otro tipo que hubieran producido la caída del vello, que deben estar en remisión en el momento del injerto.
4. Caída debido a tratamientos médicos como por ejemplo quimioterapia; debiéndose haber terminado el tratamiento y estabilizado la enfermedad durante al menos 5 años antes de la intervención.
5. Cicatrices superficiales: si son de considerable amplitud, podría realizarse una pequeña prueba previa para ver si el injerto es viable y, tras un periodo de al menos 6 meses y objetivar el crecimiento del vello, se podría llevar a cabo el injerto definitivo.
6. Corrección o cobertura de microblading o micropigmentación previa.
Según manifiesta la doctora Chacón de MC360, "son aptos para esta intervención aquellas personas cuya piel sobre la que se va a realizar el injerto es una piel sana, es decir, libre de cualquier patología que pueda producir un rechazo del injerto, como por ejemplo una alopecia fibrosante, una quemadura profunda, infecciones de cualquier origen, etc."
Asimismo, la mayor ventaja que tiene el injerto de cejas sobre el microblading es, ante todo, la naturalidad del mismo, ya que se trata de vello real y no dibujado, además de ser un tratamiento definitivo que no es necesario retocar periódicamente. "Es cierto que, aunque no necesita de retoque en un centro especializado una vez al año, esta técnica sí precisa de cuidados de mantenimiento, pero éstos pueden ser realizados en casa, son sencillos y no constituyen un gasto añadido", destaca la doctora de MC360.
Los resultados naturales y tangibles que ofrece el microinjerto de cejas hacen que cada vez más personas estén interesadas en someterse a este tratamiento. Para llevar a cabo esta intervención es necesaria una preparación previa, que puede parecer más complicada que si se realizase un microblading o una micropigmentación, ya que necesita la valoración previa por parte de un médico; incluyéndose en la misma la prueba de imagen y analítica preoperatoria, "pero sin duda compensa a la larga, ya que el resultado es de por vida, dado que el vello implantado jamás cae, el mantenimiento es mínimo y se puede realizar en domicilio sin coste añadido", detalla la doctora Cristina Chacón.
El precio es otra de las ventajas a largo plazo. Los expertos de MC360 señalan que "el coste de un microinjerto de cejas ronda los 2.000 euros en una sesión única, un coste bastante inferior a lo que supone el microblading, cuya primera sesión ronda entre 350-450 euros y conlleva un mantenimiento anual de aproximadamente 250-350 euros de por vida".
El resultado final en un injerto de cejas se da al año de la intervención, aunque en menos de 6 meses el paciente comenzará a notar los primeros resultados, percibiendo cómo sus cejas ganan densidad y comienzan a recuperar su estado anterior; mientras que el microblading, a pesar de ser una buena opción a corto plazo, siempre necesitará de algún retoque, incluso, en ocasiones, antes de que transcurra un año.
"Por todas estas razones, consideramos que el injerto de cejas es el tratamiento perfecto y la alternativa más duradera para quien desea repoblar sus cejas de una manera definitiva", concluyen desde MC360.