Voluntarios de Greenpeace han llevado a la calle en más de 100 localidades del país la campaña para denunciar el fracaso de la gestión de los envases domésticos
La organización ha presentado esta semana una investigación sobre Ecoembes en la que pone de manifiesto cómo empresas adjudicadas y homologadas por la compañía están guardando, enterrando y exportando plásticos de manera irregular
En más de 100 localidades de todo el país han aparecido esta semana miles de contenedores amarillos de reciclado de envases con pegatinas que contienen el mensaje “Ecoembes miente”. Mientras la ciudadanía deposita su bolsa de basura puede leer también en las 14.000 pegatinas colocadas: “De los envases de plástico que introduces aquí, Ecoembes recicla menos del 25%. El resto acaba contaminando el medio ambiente”.
Se trata de una información muy desconocida y muy negativa, pero real y es resultado de investigación de Greenpeace, que ha lanzado esta semana sobre Ecoembes, la empresa encargada de gestionar los contenedores amarillos de reciclaje de envases a nivel nacional. En ella la ONG ha investigado a la compañía y ha presentado un informe con las negativas conclusiones que ha sacado, titulado “Ecoembes miente: Desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos”. La investigación evidencia las deficiencias de un sistema de gestión que, desde su implantación hace dos décadas, no ha conseguido poner fin a la avalancha plástica.
Las comunidades autónomas en las que los voluntarios y voluntarias de Greenpeace han realizado la actividad de las pegatinas son: Galicia, Islas Baleares, País Vasco, Islas Canarias, Navarra, Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla y León
La organización ecologista además ha puesto en marcha una petición para que la ciudadanía al firmar pida que se adopte un sistema de gestión de residuos que prime el medio ambiente y no el beneficio empresarial.
Quién es Ecoembes
Cuando una empresa pone en el mercado un envase doméstico (plástico, aluminio, metal, papel-cartón…), lo hace imprimiendo un punto verde, que significa que se ha pagado un porcentaje para que Ecoembes recupere y recicle ese envase. Sin embargo, de todos los envases de plástico que la ciudadanía compra, Ecoembes apenas recupera y recicla en su contenedor amarillo el 25%, pasando el resto a contaminar el medioambiente.
Ecoembes es un monopolio formado por las principales marcas contaminantes de plástico que, a través de esta entidad pantalla, “limpian” su imagen pero sin cortar el ritmo de la producción, ni generar sistemas más limpios como el envase retornable y reutilizable. Ecoembes no es, por tanto, una organización medioambiental, como anuncian. Ni una entidad sin ánimo de lucro: en los últimos 18 años, han multiplicado por cinco sus ingresos que, solo en 2018, ascendían a 578 millones de euros.
Dónde acaban los envases
Para evidenciar el problema medioambiental que supone Ecoembes, Greenpeace ha realizado una investigación en terreno para denunciar algunos graves fallos del sistema o, lo que es lo mismo, para responder a la pregunta ¿dónde acaban de verdad los envases? Estos son algunos ejemplos:
En vertederos
Según el MITECO, el 44 % de los plásticos españoles acaban en vertederos, cuando la mayoría podrían ser reciclados. Resulta paradigmático, por ejemplo, el caso de una instalación en Valencia no habilitada para almacenar plástico pero en la que, desde 2016, se acumula plástico de ocho empresas, seis de ellas homologadas y adjudicadas por Ecoembes.
En incendios en plantas de reciclaje
De 2012 a septiembre de 2020 se han contabilizado 342 incendios en plantas de reciclaje y, al menos, hasta 2019, 35 de ellas aparecen en los listados de recuperadores y recicladores homologados por Ecoembes. De estas 35 plantas, 26 han sufrido más de un incendio, y algunas hasta cinco, en este periodo. Unas reincidencias “sospechosas” que han llevado al Seprona a hablar de un índice de intencionalidad de, al menos, un 15% y a las compañías aseguradoras a endurecer las pólizas en el sector ante esta alta siniestralidad.
En el medioambiente
Solo en mares y océanos, se calcula que cada año se concentran hasta 12 millones de toneladas de basura y entre un 21 % y 54 % de las partículas de microplásticos en el mundo están en la cuenca del Mediterráneo.
Exportados
Si mal está contaminar nuestro medioambiente, enviarlo a países con menor capacidad de gestión de residuos, resulta aún más cuestionable. La normativa laberíntica de exportación y la falta de controles permite que algunos exportadores envíen plásticos al exterior impunemente. En Malasia, por ejemplo, Greenpeace ha encontrado, dos años seguidos, envases plásticos españoles en vertederos ilegales, como el de Jenjarom. El ministerio de Energía, Ciencia, Tecnología, Cambio Climático y Medioambiente malasio ha devuelto a España, en los dos últimos años, más de una veintena de contenedores de residuos plásticos que intentaban entrar al país ilegalmente.
En incineradoras
Ecoembes habla de economía circular para referirse al plástico que se quema. Se supone que así genera energía, pero la incineración es el peor sistema de gestión de residuos, ya que emite sustancias muy tóxicas (como las dioxinas/furanos que causan cáncer) o metales pesados como el mercurio, el cadmio y el plomo, así como los principales gases de efecto invernadero.