El Ayuntamiento, con presupuesto municipal, ha instalado seis reductores de velocidad, con su correspondiente señalética y catadióptricos, en otros tantos puntos clave de la carretera de Tarancón CM-200 a su paso por el casco urbano de la Villa Ducal
El Ayuntamiento de Pastrana ha concluido la instalación, a lo largo de la travesía de Pastrana de la CM-200, popularmente conocida como carretera de Tarancón, de seis reductores de velocidad, con el fin de recordar a los conductores la obligación de no superar los 40 kilómetros por hora en ningún punto del recorrido urbano.
Los reductores de velocidad ya sirven para «calmar» el tráfico y también para dar mayor visibilidad a los pasos de cebra localizados en zonas contiguas a ellos, especialmente por la noche. De hecho, todos ellos incorporan catadióptricos, pequeños elementos reflectantes, para darles luminosidad y hacerlos aún más visibles, y señalética adicional.
Con la reducción de la velocidad de paso de los vehículos, se minimiza la posibilidad de siniestros y se incrementa la seguridad vial. Los lugares elegidos para su ubicación son aquellos en los que hay una percepción objetiva del riesgo, basada en los datos que han aportado Guardia Civil y Protección Civil, y también subjetiva, por la sensación de peligro que comparte la población.
Así, los nuevos badenes se han instalado en lugares clave para mejorar la seguridad vial: en ambas entradas a Pastrana, desde Guadalajara y Almonacid de Zorita; en el barrio del Melgar, favoreciendo con ello la reducción de velocidad en lugar donde la travesía conecta el centro histórico con la residencia de ancianos y las instalaciones deportivas, hasta ahora sin señalizar ni pintar; a la altura de IES Leandro Fernández Moratín, punto especialmente peligroso que adolecía de la visibilidad adecuada; y en el Centro Médico.
Además, también se ha pintado un nuevo paso de cebra para priorizar el tránsito peatonal entre el casco histórico y el barrio del Albaicín. Esta mejora del urbanismo en Pastrana se ha afrontado con presupuesto municipal. Ha costado 25.000 euros, IVA incluido.