El Gobierno de España, al igual que los gobiernos de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, está profundamente preocupado por la decisión adoptada por las autoridades israelíes de construir más de 4.900 viviendas en la Cisjordania ocupada.
La expansión de los asentamientos viola el derecho internacional y pone todavía más en peligro la viabilidad de la solución de dos estados para lograr una paz justa y duradera en el conflicto israelo-palestino. También es una medida contraproducente a la luz de los positivos acontecimientos relacionados con los acuerdos de normalización alcanzados entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
Como hemos recalcado directamente al Gobierno de Israel, este paso socava además los esfuerzos por restablecer la confianza entre las partes con miras a reanudar el diálogo. Por lo tanto, pedimos que se detenga de inmediato la construcción de asentamientos, así como los desalojos y la demolición de estructuras palestinas en Jerusalén Este y en Cisjordania.
Pedimos la plena aplicación de la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con todas sus disposiciones. Recalcamos que no reconoceremos ningún cambio en las fronteras del 4 de junio de 1967, incluidas las de Jerusalén, a menos que se acuerde entre las partes. La suspensión de los planes para anexionar partes de los territorios palestinos ocupados debe hacerse permanente. Llamamos a ambas partes a que se abstengan de cualquier acción unilateral y reanuden un diálogo creíble, así como negociaciones directas sobre todas las cuestiones relativas al estatuto final.