El cierre de los centros escolares impacta en las estructuras familiares más débiles, que no tienen posibilidades de conciliación, multiplica el riesgo de pobreza y maltrato infantil e incrementa la desigualdad.
Tras la conferencia sectorial que los Ministerios de Sanidad y Educación y Formación Profesional han mantenido hoy con las Comunidades Autónomas para abordar la vuelta al colegio, Aldeas Infantiles SOS sostiene que la reapertura de los centros escolares es determinante para garantizar el derecho a la educación, y reivindica el papel del sistema educativo en la construcción colectiva de nuestra sociedad.
La organización de atención directa a la infancia considera fundamental una vuelta a las aulas presencial y asegura que el rol de los centros educativos en nuestra sociedad va más allá de garantizar el derecho fundamental a la educación de todos los niños y las niñas. Los centros educativos son también escenarios de socialización, juego, aprendizaje e intercambio cultural; impulsores de la integración, la diversidad y la educación en valores. Ocupan un lugar fundamental en el desarrollo infantil y adolescente y constituyen entornos protectores y compensadores de desigualdades.
"El derecho a la educación es un pilar de nuestra sociedad que no puede ponerse en cuestión y, en momentos de crisis como el que vivimos a causa de la COVID-19, es más importante que nunca protegerlo y garantizarlo, aunque ello implique hacer un esfuerzo extra", asegura el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig. En este sentido, la organización pide a Gobierno y Comunidades Autónomas que asuman su responsabilidad compartida y pongan en marcha las políticas necesarias, respaldadas por financiación, para que la vuelta de niños, niñas y adolescentes a las aulas con garantías de seguridad se materialice con éxito.
Tras la interrupción repentina de las clases, el confinamiento y la incertidumbre que esta emergencia ha representado en la vida de los niños y niñas, algunos de los cuales han vivido además la enfermedad y la pérdida de seres queridos, el comienzo del curso escolar les aportará una sensación de estabilidad y esperanza beneficiosa para su salud mental.
Aldeas Infantiles SOS recuerda, asimismo, que miles de niños y niñas en España, que viven en condiciones de vulnerabilidad económica y/o social o son víctimas de violencia en el entorno familiar, encuentran en la escuela la normalidad, la alimentación y la protección de la que carecen en sus hogares. Para ellos la suspensión de las clases y el confinamiento han acarreado consecuencias terribles. Su vuelta a los centros escolares es, además de necesaria, urgente.
"Además de implicar el retroceso educativo de toda una generación, el cierre de los centros escolares incrementa el estrés que ya están viviendo los niños y niñas, impacta en las estructuras familiares más débiles, que no tienen posibilidades de conciliación, multiplica el riesgo de pobreza y maltrato infantil, potencia el abandono escolar temprano, dificulta la integración social y eleva las desigualdades", advierte Pedro Puig. "Sus consecuencias pueden ser devastadoras, por lo que es esencial priorizar el derecho a la educación como un asunto de Estado".