Javier Trigueros, Vicepresidente Estatal, Secretario Nacional de Educación de Contigo Somos Democracia (CSD) y Representante en la Región de Murcia, considera que "hay alternativas factibles y viables para asegurar, en la medida de lo posible, la enseñanza presencial"
Nos encontramos, sin duda, ante un momento histórico como sociedad, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también educativo. Desde CONTIGO Región de Murcia queremos hacer un llamamiento a los responsables autonómicos de la Consejería de Educación de la Región de Murcia, así como a todos los profesionales de la docencia.
En CONTIGO consideramos que nuestros gobernantes autonómicos deben dar un paso al frente y tomar las riendas de la situación, dejando a un lado la tentación de la politización de esta situación sin precedentes. Optar por la resignación y la búsqueda de culpables podría interpretarse como una dejación de funciones. Es obligación del Gobierno autonómico adquirir un compromiso con el derecho fundamental que proclama nuestra Constitución, la educación.
Pensamos que el cierre de los centros debe ser la última opción, únicamente hacerlo en aquellos casos donde la transmisión del virus no pueda controlarse mediante aislamiento y cuarentena. El cierre deberá valorarse aula a aula y, centro a centro, no de forma conjunta. Proponemos centrar los esfuerzos en el aislamiento de las aulas.
Los responsables en materia de educación y todos los profesionales de la comunidad docente, junto con los alumnos y las familias, debemos estar más unidos que nunca y esforzarnos al máximo para garantizar la formación presencial en las aulas con la máxima seguridad posible, ya que la educación debe ser un servicio esencial.
"Es evidente que no existe un plan único y perfecto, pero sí que existen alternativas para asegurar, en la medida de lo posible, la enseñanza presencial, así como las medidas de seguridad sanitarias que actualmente nos recomiendan los expertos", ha resaltado Trigueros.
En este sentido, la formación política centrista CONTIGO propone un plan exhaustivo de prevención y distanciamiento para las clases presenciales. Entre sus medidas incluye:
Medida de temperatura a la entrada y salida del centro.
Uso de gel hidroalcohólico a la entrada y salida del centro. Entre clase y clase los alumnos podrían desinfectarse las manos, así como aquellos docentes que cambien de aula, que lo harían antes de entrar.
Limpieza de baños obligatoria cada hora o el tiempo que se establezca.
La entrada y salida escalonada a las aulas por parte del alumnado.
Aulas burbuja. Los alumnos permanecerían toda la jornada con los mismos compañeros y en la misma aula, favoreciendo así el menor número de contacto con otros del centro.
Distancia social en los recreos.
El alumnado que almuerce en el centro, cuando la infraestructura del comedor y la edad de los alumnos lo permita, podría realizarse en el aula.
Se podría delimitar más de un acceso para la entrada y salida de los alumnos.
Otra alternativa podría ser que los alumnos de la ESO, Bachillerato y Universidad tengan horarios de mañana y de tarde.
En CONTIGO pensamos que aún nos queda un largo camino y que habrá momentos difíciles, pero estamos seguros de que "el papel fundamental de la enseñanza y del profesorado en estos duros momentos saldrá reforzado y, cualquier medida de aislamiento llevada a cabo en el aula, será siempre mejor que optar por el cierre de los centros", recordando así las palabras de Henry Adams: "un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia".