Con la llegada del nuevo curso escolar el escenario al que nos enfrentamos para la vuelta a los centros educativos es escalofriante para las familias, debido a que nuestros gobernantes no son capaces de manifestar un plan de contingencia sensato y adaptado a las circunstancias que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19. Por ello, se sienten desamparadas, con incertidumbre y dudas sobre qué hacer de cara al inicio del curso escolar, puesto que esto es una tarea que afecta tanto a sus propios hijos, como a la vida de la familia en general, al trabajo, las relaciones sociales, etcétera.

"Es evidente que no existe un plan único y perfecto, pero sí que existen alternativas para asegurar, en la medida de lo posible, la enseñanza presencial, así como las medidas de seguridad sanitarias que actualmente nos recomiendan los expertos" ha resaltado Trigueros.

La presencialidad es fundamental en edades tempranas, ya que garantiza percibir los gestos de complicidad, permite que los estudiantes dialoguen, interactúen y se reconozcan en la experiencia vital de estar juntos para aprender. Además, las relaciones humanas en estas edades son vitales para un desarrollo cognitivo positivo y acogedor.

En este sentido, la formación política centrista CONTIGO propone un plan exhaustivo de prevención y distanciamiento para las clases presenciales. Entre sus medidas incluye:

Flexibilidad y optimización de los recursos. Una de las medidas que se podría llevar a cabo, siempre que sea posible, es utilizar horarios de mañana y de tarde, reduciendo así la ratio en las aulas y, por ende, asegurando el cumplimiento de las medidas de seguridad higiénicas entre los discentes y docentes.

Siguiendo esta línea, otra alternativa podría ser que los horarios de mañana fueran los lunes, miércoles y viernes, asistiendo la mitad del grupo y, los horarios de tarde, martes, jueves y sábados por la mañana para la otra mitad.

Los alumnos podrían alternar los horarios citados en el apartado anterior, es decir; los que acudiesen lunes, miércoles y viernes, la semana siguiente irían martes, jueves y sábados por la mañana y, viceversa. De esta manera, se garantiza que los alumnos y las familias roten y ninguna se vea perjudicada.

Otra alternativa podría ser que la mitad del grupo asista al centro por las mañanas y, la otra mitad, por las tardes de lunes a viernes. Rotándose también semanalmente.

También sería necesario una ampliación de las plantillas del profesorado para poder llevar a la práctica lo citado en los puntos anteriores, y así alternar también, su jornada laboral.

La creación de la figura del maestro-colaborador podría ser una alternativa para la ampliación de las plantillas, para que los recién titulados de Grado en Educación, ejerzan la docencia en centros educativos con remuneración básica y con tareas específicas, ya recogido en los posicionamientos nacionales de CONTIGO.

La entrada y salida escalonada a las aulas por parte del alumnado. Se pueden establecer periodos de 10 minutos para cada grupo, de manera que entren y salgan del centro de manera ordenada y respetando siempre las medidas de seguridad. También se esta manera, se evitan aglomeraciones en las inmediaciones del centro por parte de las familias.

Mantener las aulas ventiladas en todo momento. Para ello, las ventanas y puertas pueden permanecer abiertas el mayor tiempo posible.

Medida de temperatura y uso de gel hidroalcohólico a la entrada y salida de los alumnos y alumnas.

Limpieza de baños obligatoria cada hora o el tiempo que se establezca.

Trigueros ha reiterado que "hay que tener en cuenta que es una situación excepcional y que todos tenemos que poner de nuestra parte, concienciándonos y adaptándonos a este nuevo escenario que se nos plantea en poco más de dos semanas". Es evidente que ninguna plataforma digital puede cambiar la vida de un estudiante, solo los buenos maestros pueden hacerlo. Como dijo Antoine-Saint-Exupéry: "no existe más que un verdadero lujo, el de las relaciones humanas".