La reunión se celebrará mañana martes, 26 de mayo, por videoconferencia, como la última sesión. El punto cuarto, "Análisis del funcionamiento de la regla de explotación vigente", abre la puerta a una de las reclamaciones más importantes de los municipios ribereños desde que se firmó el infausto Memorándum
Las reservas de Entrepeñas apenas superan el 56 por ciento, mientras que las de Buendía continúan ligeramente por encima del 22 por ciento; una situación estable que, no obstante, obliga a trasvasar 38 Hm3 por culpa de las reglas fijadas en el Memorándum. Un sinsentido con el que los Ribereños quieren terminar, "es una regulación que no protege a la cuenca cedente y que hace estéril cualquier apreciación técnica, la comisión simplemente constata el nivel y concede el máximo posible sin atenerse siquiera a la situación de la cuenca receptora".
Así, un año hidrológico especialmente lluvioso en la cuenca del Segura ha provocado que desde octubre apenas se haya trasvasado agua. "No la necesitan, pero sigue siendo suya, aunque se almacene en nuestros embalses; para más inri de forma virtual, sin que se le resten las posibles pérdidas por evaporación que sucederían en caso de haberse trasvasado". Lo que desde la Asociación han venido a denominar "trasvases de papel".
Desde los Ribereños confían en que este cuarto punto del orden del día sea el comienzo de un replanteamiento de cara al próximo 2021, cuando por fin haya de cumplirse la sentencia que obliga a fijar caudales ecológicos en el Tajo.
"Si nos escuchan, volveremos a explicarles el dislate que supone el Memorándum en cuanto a la gestión de nuestros embalses, reglas que sólo propician desastres ecológicos a ambos lados de la tubería, así como miseria en la cuenca cedente", adelanta el vocal en la Comisión, Francisco Pérez Torrecilla.