Ante el avance del coronavirus, la organización de atención directa toma medidas urgentes para asegurar el bienestar físico y emocional de los 6.072 niños, niñas y jóvenes a los que atiende en España
"Su bienestar es nuestra prioridad y, por eso, queremos transmitir a los niños y a las familias en situación de vulnerabilidad un mensaje de calma y de confianza; pase lo que pase, estaremos ahí para ayudarles", sostiene su presidente, Pedro Puig.
Ante la crisis sanitaria provocada por el virus Covid-19, Aldeas Infantiles SOS se está volcando para garantizar el bienestar físico y emocional de los 6.072 niños, niñas y jóvenes a los que acompaña en nuestro país. "Somos una organización de atención directa a niños, jóvenes y familias y, ahora más que nunca, nuestra prioridad es asegurar su protección para que no sufran las consecuencias de esta crisis más que el resto de la población, y a ello estamos dedicando todos nuestros esfuerzos", asegura su presidente, Pedro Puig.
Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha medidas urgentes para hacer frente a la crisis sanitaria, ha diseñado planes de acción inmediata y tiene preparados los protocolos de contingencia necesarios para afrontar cualquier eventualidad, siguiendo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y las disposiciones concretas de las diferentes CC.AA.
En estos momentos, su objetivo principal se centra en asegurar la protección y el bienestar de los 1.155 niños y niñas que crecen en sus programas de protección, tanto en acogimiento familiar como en sus ocho aldeas. Son niños que han perdido el cuidado de sus padres y cuya guarda y custodia ostenta la organización y los propios acogedores.
En el marco de estos programas, estas son las acciones específicas que ha emprendido Aldeas Infantiles SOS desde que el pasado 14 de marzo el Gobierno decretara el estado de alarma:
Se han elaborado planes de contingencia en cada una de las aldeas, en los que se incluyen talleres para que los niños y jóvenes entiendan la situación especial que estamos viviendo.
Se han definido protocolos específicos de actuación ante un posible contagio. En todas las aldeas se ha reservado al menos una de las casas para atender posibles cuarentenas.
En algunas aldeas y siempre bajo el previo consentimiento de los Servicios Sociales, educadores voluntarios han ubicado a los niños en sus propios hogares con el fin de minimizar el riesgo de contagio, garantizando una atención lo más personalizada e individualizada posible.
Para minimizar los riesgos de contagio, los educadores están alargando sus jornadas de trabajo para que haya menos contactos entre personas.
Se está reforzando la comunicación interna entre programas y entre niños y educadores para paliar los efectos del aislamiento.
Se está priorizando el cuidado de la salud mental de los niños y jóvenes. El aislamiento puede producir cuadros de stress y fuertes contrastes emocionales, y los profesionales de Aldeas están focalizándose en minimizar este riesgo.
Se ha habilitado un protocolo especial para reforzar la comunicación no presencial con los niños y sus familias biológicas con el fin de reducir la sensación de ansiedad y aislamiento.
Seguimiento telefónico continuado a los niños y familias acogedoras, especialmente a aquellas que forman parte de la familia extensa de los niños, la mayoría de ellos abuelos y tíos.
Se continua con la atención directa a los jóvenes del programa de autonomía y se realiza seguimiento telefónico a todos los jóvenes de los programas de la organización. En caso de necesidad, Aldeas llevará a cabo un contacto directo con ellos.
Se mantiene el contacto permanente con los Servicios Sociales de cada CCAA y se les han solicitado los equipos de protección individualizada necesarios en caso de contagio (mascarillas, guantes, batas, hidrogeles...).
Aldeas Infantiles SOS cuenta también en España con diferentes programas de prevención, en los que ofrece apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad para que puedan mejorar sus condiciones de vida y cuidar mejor de sus hijos. A través de ellos, la organización atiende a 3.778 niños y niñas que ahora se ven irremediablemente afectados por la crisis y por las medidas de confinamiento.
Siguiendo con las recomendaciones de las autoridades, la organización se ha visto obligada a suspender la presencia física de los niños y sus familias en algunos de estos programas. Con el fin de paliar las consecuencias de esta suspensión temporal, Aldeas ha tomado las siguientes medidas:
Se han habilitado ayudas de urgencia para las familias más vulnerables, que garanticen la cobertura de sus necesidades básicas de alimentación, higiene y salud, y en algunos territorios, se están adelantando vales de 15€/día/persona por unidad familiar para aquellas familias en situación de especial dificultad.
Los educadores y demás profesionales mantienen contactos telefónicos permanentes con los niños y sus familias para asegurar su bienestar en el hogar, con seguimiento de las tareas escolares, propuesta de actividades para niños y familias, y refuerzo de pautas educativas. Todo ello con el objetivo de facilitar herramientas para que los niños vivan esta situación en un ambiente familiar positivo y con la mayor normalidad posible. Si fuese necesario la organización también realizaría intervenciones directas en el ámbito familiar.
Se ha reforzado la Política de Protección Infantil y se han habilitado canales para que los niños puedan llamar y compartir con los profesionales sus inquietudes y preocupaciones en caso de necesidad.
Se siguen atendiendo de manera presencial y en remoto todas las intervenciones psicológicas y terapéuticas que no se pueden posponer.
Aldeas Infantiles SOS muestra una gran preocupación por estas familias y pone de manifiesto la necesidad de adoptar medidas urgentes que les permitan afrontar esta situación sin poner en riesgo el bienestar y la protección de sus hijos.
La organización apela a la solidaridad colectiva y subraya la necesidad urgente de contar con recursos económicos necesarios para hacer frente a las nuevas situaciones de dificultad por las que están atravesando los niños y las familias más vulnerables.