Tras la polémica surgida a cuenta del llamado pin parental en la región de Murcia, a pesar de que dicha práctica está implantada desde principio de curso, UPYD Murcia tiene claro que no puede prevalecer el derecho de los padres a elegir la educación de los hijos sobre el interés general de formar a ciudadanos que compartan los valores constitucionales, los cuales son la base de la convivencia y la sociedad.

En este contexto, el portavoz regional de UPYD Diego J. García Molina ha declarado que "Un padre no debe poder impedir que su hijo reciba formación sobre igualdad de género o sobre no discriminación. Eso sí, desde el máximo respeto que se debe tener en cada etapa escolar y las creencias de las familias".

"Vox reclama control sobre materias, asignaturas, y eso no puede ser admitido. Los padres no pueden condicionar el currículo aprobado para ser impartido en cada centro" han añadido desde la formación progresista. "Con el añadido de que el presidente López Miras ha hecho suyo este discurso en posiciones cada vez más escoradas a la derecha".

UPYD entiende que los padres tienen derecho a estar informados sobre contenidos impartidos por personas ajenas al centro, pero sin que eso camufle un poder de censura de los padres. "Mientras una charla o actividad vaya en la línea de promover los valores constitucionales no cabe aplicar el pin parental. Es razonable que los padres conozcan la formación de sus hijos, no obstante, la última palabra en caso de discrepancia no la pueden tener ellos sino la administración educativa" insisten desde el partido centrista.

Para concluir, García Molina lamenta que "la polarización en las declaraciones de los partidos de derecha e izquierda hasta el extremo impide una vez más siquiera intentar un gran acuerdo nacional plasmado en una ley de educación, un pacto de todos, de entendimiento, que incida en la excelencia educativa y así podamos abandonar los últimos puestos en las clasificaciones de competencias y de liderar el abandono escolar".