El debate sobre ‘ciudades sostenibles y resilientes’ ha abierto esta mañana las sesiones de discusión y mesas redondas en la Zona Azul de la COP25, inaugurada hoy en Madrid. Durante el mismo, se ha hecho un llamamiento a la acción, destacando cómo contaminamos la atmósfera a nivel mundial con 110 millones de toneladas de polución cada 24h y cómo este tipo de acciones ha afectado, en el caso de España, con una subida de 2,5ºC de la temperatura en Madrid en los últimos años.
Según datos de The Climate Reality Project, la iniciativa creada con el fin de luchar contra el cambio climático por Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz, el 55% de la población mundial vive en ciudades, sin embargo, aun con la gran cantidad de personas viviendo en las urbes, no disponemos de ciudades sostenibles en España[1].
Para actuar contra ello, Ángel Cano, director de comunicación de The Climate Reality Project España, apunta a la necesidad de una ‘renaturalización de las ciudades’, con la que poder “cambiar la cara de las ciudades aplicando soluciones basadas en la naturaleza”. Esto incluye crear más espacio recreativo, el uso de menos coches mientras se aumenta considerablemente el uso de la bicicleta, el apoyo de la producción local para realizar menos emisiones por transporte, así como el aumento de la biodiversidad recuperando especies autóctonas mientras se mejora la calidad del aire, con ejemplos como Madrid Río o el Anillo Verde de Vitoria, a la par que se hacen campañas de concienciación con las que involucrar a los ciudadanos.
Durante la mesa redonda, moderada por Álvaro Rodríguez, coordinador general de The Climate Reality Project, se ha mostrado al mundo las principales conclusiones sobre cómo hacer frente al crecimiento de la población en las ciudades, ligado al incremento del consumo de agua y energía. Para ello, han intervenido actores clave acerca de la transformación de las Smart Cities en su adaptación para la reducción de su huella ecológica y lucha contra el cambio climático, representados por Hanno Schoklitsch, CEO y fundador de Kaiserwetter Energy Asset Management, David Bartolomé, director de Desarrollo de Negocio de SHARE NOW, Ignacio Colmenares, presidente y consejero delegado de ENCE Energía y Celulosa, Ignacio Chanzá, líder de Innovación de EIT CLIMATE-KIC, y Gorka Urtaran, alcalde de Vitoria.
Hanno Schoklitsch, CEO y fundador de Kaiserwetter Energy Asset Management, ha dicho que el motivo de la cumbre es que “la gente no está preparada aún para tener una ciudad eléctrica. Lo primero que tenemos que hacer es convencer a la gente y mostrarle el camino”. Para ello, ha insistido en la importancia de la digitalización de los diferentes sectores para trabajar en la creación de ciudades eficientes. Según Schoklitsch, es necesario que “dejemos que los datos hablen para poder realizar análisis predictivos con los que ofrecer rutas de actuación útiles. El futuro de la energía está en la integración de los datos, así como en el desarrollo de los almacenamientos de energía”, lo que asegurará que tengamos “grandes posibilidades para el futuro”.
David Bartolomé, Business Development Director de SHARE NOW, ha querido recalcar que “tenemos un problema en las ciudades y es que, más allá del cambio climático, existen congestiones, alta contaminación…”. Por ello, ha querido explicar que su idea “es ofrecer una alternativa al modelo antiguo de propiedad de coches. Es un servicio mucho más complejo de lo que parece, además de que intentamos que la electricidad que consumimos sea certificada renovable. La idea es que no sea necesario poseer un coche, más que para salir de la ciudad”. Mediante la alternativa del carsharing “ofrecemos opciones a los ciudadanos. Es necesario cambiar el espacio para cambiar las ciudades. En 10 o 15 años no habrá espacio para coches privados, pero sí habrá espacio para Movilidad Activa, Transporte Publico y Movilidad Compartida.
Ignacio Colmenares, Chief Executive Officer ENCE, ha declarado que “habrá grandes cambios en la naturaleza en los últimos años, y no sólo en grandes ciudades sino también en ciudades pequeñas”. Desde su punto de vista, “el verdadero impacto tiene que ver con el tipo de energía que se genera, por lo que tenemos que conseguir que la energía renovable sea manejable y con disponibilidad 24h, sin depender de las condiciones del sol o el viento”. En cuanto a temas de salud pública, opina que “tenemos que ser radicales con temas como la emisión de partículas provocada por vehículos en el centro de las ciudades. En países emergentes, el KPI no debería medirse en las cantidades de CO2 emitido por país, sino per cápita.”
Ignacio Chanzá, Director de Innovación de EIT CLIMATE-KIC, ha insistido en que “necesitamos cambiar nuestra forma de pensar”. Para Chanzá, estamos promoviendo la sostenibilidad en ciudades, la movilidad sostenible, así como el uso de bicicletas, pero “tenemos que establecer diferentes niveles de cambio y necesitamos que se involucren los ciudadanos, pero también los políticos”. Por ello, el cambio “tiene que ser también a nivel económico para poder desarrollar nuevos modelos de negocio que ayuden a esa sostenibilidad y resiliencia de las ciudades”. Asimismo, destaca que se debe de “realizar una innovación sistémica que afecte a todos los niveles” para hacer frente a la emergencia climática ante la que nos encontramos.
Gorka Urtaran, alcalde de Vitoria, ha destacado la apuesta de Vitoria por el reto de la sostenibilidad en el que lleva inmersa muchos años, y la ha llevado a lograr el premio ‘World Green City 2019’. El Alcalde ha hablado sobre las iniciativas sostenibles que se llevan a cabo como el “claro impulso por la movilidad sostenible” añadiendo que “dos tercios de los desplazamientos se hacen a pie o en bici, y el 15% de los desplazamientos diarios se realizan en autobús y tranvía”. En cuanto a la eficiencia eléctrica, Urtaran asegura que “el alumbrado público usa tecnología LED para reducir el consumo de recursos naturales y emisiones CO2” y desde el ayuntamiento se fomenta el uso de las renovables sobre las que “estamos trabajando en la energía solar, con un parque que genera energía para 15.000 familias (15% de las familias de la ciudad), en la energía eólica, que ha avanzado mucho y en la biomasa.”
Durante la sesión, se ha destacado un factor clave como la resiliencia de las ciudades en su adaptación al cambio climático ya que, como ha indicado Álvaro Rodríguez, “el futuro del mundo se decidirá en las ciudades, se ganará o se perderá en las ciudades, por eso es tan importante hablar de ciudades sostenibles y resilientes” así como que los ciudadanos estén en el centro de este cambio para que las ciudades cumplan su promesa de mejorar la calidad de vida. De este modo, las ciudades inteligentes pueden reinventar los paradigmas sociales, tecnológicos y culturales de construcción y movilidad, aportando beneficios sociales, económicos y ambientales.