El Museo de Arte Ibérico ‘El Cigarralejo’ de Mula ha ampliado su espacio tras las obras de remodelación que han permitido, según explicó hoy en rueda de prensa el consejero de Cultura, Juventud y Deportes, Pedro Alberto Cruz, “adaptar el museo a las nuevas normativas y, sobre todo a los nuevos proyectos, como la Red de Centros de Documentación e Investigación perteneciente a la Red Autonómica de Museos, y al nuevo discurso expositivo que esta Consejería quiere aplicar a dicha red”.

Cruz, que en este acto estuvo acompañado por la directora del museo, Virginia Page, y el arquitecto encargado de las obras, Manuel Cuadrado, señaló que “el objetivo de las obras ha sido, en primer lugar, permitir una exhibición adecuada y lo más eficaz posible para los investigadores de los materiales arqueológicos de los que dispone el museo y, en segundo lugar, adecuar de la mejor manera posible la estructura administrativa del mismo”.

Según apuntó el responsable regional de Cultura, estas obras, iniciadas en septiembre de 2007, responden al incremento de la dotación de personal científico y auxiliar del centro, así como a su actividad cultural y técnica, centradas en la conservación, catalogación, investigación, estudio y difusión de las colecciones, y a la adquisición en 2003 por parte de la Comunidad Autónoma de los exvotos procedentes del santuario del Cigarralejo, piezas “únicas en todo el ámbito peninsular”.

Además, el proyecto ha procurado conjugar la rehabilitación de un edificio Bien de Interés Cultural, ya que no se han alterado los espacios ni el aspecto exterior del conjunto, con la introducción de nuevos elementos y tecnologías para lo que un edificio dieciochesco no estaba preparado, como el ascensor, la climatización o las cámaras de seguridad.

Igualmente, se han zonificado los espacios teniendo en cuenta las funciones de los mismos y separando las áreas públicas de las reservadas al personal del centro.

Principales actuaciones

En la planta baja del edificio principal se ha incorporado un ascensor y adecuado los aseos públicos para uso de personas con discapacidad y la creación de una pequeña tienda. Además, se ha acondicionado el espacio destinado a oficinas, la biblioteca y la sala de juntas para acoger nuevas salas destinadas a la exposición permanente de los materiales arqueológicos procedentes del santuario ibérico de ‘El Cigarralejo’.

En la planta primera se ha actuado en los aseos, que se han adaptado, y se ha instalado un ascensor, mientras que en la segunda planta se ha acometido la actuación principal para que albergue las dependencias de administración, dirección, biblioteca y demás despachos necesarios para el funcionamiento de la institución museística.

Además en la planta baja del edificio añadido se ha creado una sala de usos múltiples, un almacén de material didáctico, un vestuario para el personal y un bloque de aseos. Por último, la primera planta del mismo edificio se ha aclimatado y compartimentado para crear una sala de estudio, dibujo e inventario, proporcionado al número de investigadores que trabajan en el museo.

Las obras de remodelación han contado con un plazo de ejecución de un año y un presupuesto de 634.771 euros.