Murcia, 28 ago (EFE).- La familia de Graciela Butrón, la joven boliviana muerta el miércoles tras caer desde un segundo piso en Molina de Segura, no podrá velar su cadáver hasta el próximo lunes, han informado a Efe el cuñado de la fallecida, ya que el juez encargado del caso ha ordenado nuevas pruebas periciales.

Rudipatri Guerrera se mostró satisfecho tras conocer la detención por un presunto delito de homicidio de Javier M.T., el compañero desde hace cuatro años de su cuñada, que vivía desde hace sólo un mes y medio en Molina de Segura, donde ahora trabajaba cuidando a una señora mayor.

Fuentes policiales informaron hoy de que el novio ha pasado a disposición judicial acusado de ser el presunto autor de un delito de homicidio, después de que se entregara ayer en la comisaría de Leganés (Madrid), aunque durante su declaración ha negado ser el autor de la muerte.

El hombre, de nacionalidad colombiana y sin trabajo conocido, era buscado por los agentes desde la madrugada del miércoles cuando el cuerpo de Graciela cayó desde el segundo piso de la casa que compartían con otras personas.

El cuñado y las tres hermanas de la joven fallecida que viven en España se encuentran ya en Murcia a la espera de poder velar y luego incinerar el cadáver de Graciela que será repatriado a Bolivia.

Rudipatri Guerrera ha añadido que el juez ha declarado secreto el sumario y que les han informado que hasta el próximo lunes no podrán velar a la joven porque la autoridad judicial ha pedido más pruebas periciales para esclarecer los hechos.

Guerrera, que fue el único familiar que vio a Graciela con vida tras ser intervenida quirúrgicamente en el hospital Virgen de la Arrixaca, a donde fue trasladada muy grave a consecuencia de las diversas fracturas que presentaba, ha dicho en declaraciones a Efe que "su cuerpo estaba lleno de moratones".

Javier "sacó del trabajo a mi cuñada, y ella -para que no armara escándalo-, lo seguía siempre como un borreguito", ha relatado Guerrara, quien ha añadido que existen testigos de que en la noche del miércoles "estuvieron tomando".

"Él no trabajaba y vivía a costa de mi cuñada", ha señalado Guerrera quien ha añadido hay testigos que afirman haberlos visto juntos y que, además, la vecina de habitación "les llamó la atención sobre las cuatro de la mañana para que bajaran la voz, porque estaba hablando muy alto".

"Hay un vacío acerca de lo que pasó entre las 4 y las seis de la mañana (hora en que el cuerpo de Graciela se precipitó al vacío). Puede que la golpeara y luego la tirara", ha dicho.

También ha informado de que han desaparecido de entre las pertenencias de Graciela Butrón unos 1.200 euros que tenía, porque había pedido un anticipo a sus jefes y una de sus hermanas le había hecho un préstamo. "No sabemos qué ha pasado con ese dinero", ha comentado a Efe.

Rudipatri Guerrera que ha confesado no poder quitarse de la cabeza el recuerdo que tiene de su cuñada "con todo el cuerpo lleno de hematomas", ha agradecido la ayuda que ha recibido la familia por parte del ayuntamiento de Molina de Segura y ha declarado que están a la espera de que se esclarezca si el hecho es un caso de violencia de género.

Además ha añadido que tras el velatorio, será su cuñada Susana Butrón la que viajará a Bolivia con las cenizas de su hermana para entregárselas a los padres, que se encuentran muy mal.

Ha agregado que hace un mes Marleni, su mujer, viajó de urgencia a Inquisivi en el departamento de La Paz, para atender a su madre gravemente enferma y que ahora ha tenido que ser sedada. EFE