Las organizaciones ANSE, Ecologistas en Acción y ADELA han presentado alegaciones ante la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia por el expediente para la puesta en marcha de un Proyecto Offshore de cultivo de Seriola (Seriola dumerili) y Corvina (Argyrosomus regius), promovido por Ocean Aquaculture Murcia, que ocuparía una superficie de 455 ha, sobre un fondo de detrítico costero de entre 160 y 200 m de profundidad, y dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) ES6200048 Valles submarinos del Escarpe de Mazarrón, a 7 km del puerto deportivo de Mazarrón y a 6 km de La Azohía (Cartagena).
La evaluación del impacto que pudiera ocasionar el proyecto no ha realizado ningún muestreo específico de cetáceos, tortugas ni aves marinas, a pesar de que les afecta de manera directa. El proyecto no da alternativas creíbles al emplazamiento fuera de la ZEC de una instalación con una producción estimada de 3.750 tn/año, y la selección de la localidad no está justificada en términos de dispersión de contaminantes y capacidad de carga del sistema.
Aparte de las heces y el amonio vertido por los peces, se une la pérdida de pienso de unas 700 tn/año, como se estima en el mismo proyecto, y el impacto producido por estos vertidos de la acuicultura concentrados en el espacio.
Las instalaciones pretenden ubicarse fuera de los dos polígonos de cultivos marinos (San Pedro del Pinatar y El Gorguel) aprobados en 2007 a través de la Ley de Pesca marítima y acuicultura, de la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, como una herramienta de planificación y gestión de la acuicultura para unificar a la mayoría de las empresas acuícolas que operaban en la región.
En los últimos años, ANSE ha desarrollado varios proyectos de investigación en la zona que ocuparía la “granja marina” a través de convocatorias del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Se ha podido comprobar la presencia regular de diferentes especies de cetáceos en la zona donde se propone la ubicación de la actividad de acuicultura. Destaca especialmente el uso del área por diferentes grupos de delfínes mulares, una especie considerada “Vulnerable” por la IUCN para el Mediterráneo, muy influenciada por la actividad pesquera, como indica el propio Plan de Gestión del ZEC y los últimos resultados de los proyectos de ANSE en la zona. La instalación de una nueva instalación acuícola en el ámbito de la ZEC afectará a esta especie no sólo por el impacto en su hábitat, sino que también puede provocar cambios en su dinámica poblacional, su distribución y estructura social, debiendo ser estas evaluadas de manera adecuada.
Por otro lado, este ZEC se localiza en un área de gran importancia para la conservación de la población de calderón común en el Mediterráneo, según indica la UICN.. Las últimas estimas de abundancia y tasas de supervivencia calculadas por ANSE con datos recopilados entre 2003 y 2023 para esta población, indican que actualmente se encuentra en regresión. La presencia de crías es frecuente en muchos de los grupos de la especie avistados durante primavera y verano cerca de la zona donde se propone la instalación de la planta offshore de cultivos marinos.
Por otra parte, la planta podría tener una incidencia negativa sobre especies vulnerables de rayas, como la manta (Mobula mobular), o tortugas marinas, como la tortuga boba (Caretta caretta). Durante el verano de 2023 se produjo el primer anidamiento de un ejemplar de tortuga boba en la bahía de Mazarrón, en Isla Plana (Cartagena), procediéndose a la liberación de los animales mantenidos en cautividad este pasado mes de julio. Algunos ejemplares de esta y otras especies de tortugas son capturados ocasionalmente cada año en diferentes artes de pesca de la bahía de Mazarrón.
En la documentación aportada no se ha incluido un estudio sobre ruido generado por la actividad antes de la instalación y una previsión durante la construcción y funcionamiento que permita evaluar el impacto sobre las especies silvestres. Tampoco se aporta información adecuada sobre la contaminación lumínica.
La localización seleccionada puede generar diversos impactos negativos en relación con hábitats de interés y la interacción con fondos de coralígeno y no existe un estudio en profundidad del régimen de corrientes de fondo a nivel local, que garantice la no afección a los hábitats y a las valiosas especies que los forman.
Las organizaciones consideran, por otra parte, que esta actividad tendría efectos negativos sobre los caladeros tradicionales de los pescadores de Mazarrón y Cartagena, aunque corresponde a las cofradías de pescadores pronunciarse sobre esta cuestión, ya que ANSE, Ecologistas en Acción y Adela consideran que hay razones ambientales de peso para que se proceda a la denegación del proyecto por la Comunidad Autónoma.