Dentro de su apuesta por la conservación del medio ambiente, el centro universitario ISEN, adscrito a la Universidad de Murcia, ha participado en la creación de la Red Colaborativa de Organizaciones Civiles ‘Mares Saludables, Adolescentes Saludables’, con el objetivo de “trabajar conjuntamente en el impulso de acciones que contribuyan a reconectar y enraizar a los jóvenes con la naturaleza del ecosistema marítimo-litoral del Mar Menor, que nos enseñe a no dejar rastro, basado en el respeto, reciprocidad y reconocimiento de derechos al Mar Menor”.

También se pretende promover los ambientes y estilo de vida más saludables para los jóvenes, sus familias y comunidades en el ecosistema del Mar Menor.

La Red ha sido puesto en marcha, además de ISEN, por una veintena organizaciones civiles: Asociación Ecología y Salud (SaludableEco), Asociación de Consumidores y Usuarios en Red (Consumur), Centro UNESCO Región de Murcia, Ecologistas en Acción (Región de Murcia), Cátedra de Derechos Humanos y Derechos de la Naturaleza (Universidad de Murcia), Fundación Entorno Slow, As familias y enfermos con Trastornos del espectro alcohólico fetal (teaf) de la Región de Murcia (ZeroSaf), Mar Menor de los Niños, ILP Mar Menor, Cátedra de RSC de la Universidad de Murcia, Plataforma de Afectados por las Explotaciones Mineras (PAEM PBQ), Combustibles f21, Investigadores del Environment & Human Health Lab (imib-Arrixaca, Universidad de Murcia e Instituto Español de Oceanografía), Asociación No Gracias, Asociación Lactancia De Madre a Madre, Asociación Vía Libre, MarMenorKO, Pacto por el Mar

Menor, SOS Legado Humano, Asociación ‘Los Alcázares Eco Cultural’, Madres por el Clima Cartagena, Colectivo MoviliCT y Asociación Bicue.

Las organizaciones que conforman la Red Colaborativa consideran necesario acciones para: reconectar y enraizar a los jóvenes con la naturaleza del ecosistema marítimo-litoral del Mar Menor, promover la búsqueda de soluciones participativas, creativas e innovadoras para disminuir la contaminación en el Mar Menor, comprender la intrincada relación entre biodiversidad, Mar Menor y bienestar, aprender a no dejar rastro, basado en el respeto, reciprocidad y reconocimiento de derechos al Mar Menor y crear estilos de vida más saludables en contacto con la naturaleza.

Las citadas entidades han decidido crear la Red “conscientes de la naturaleza del problema de la contaminación y deterioro del ecosistema del Mar Menor por un modelo económico basado en la ‘cultura de la basura’ (usar y tirar), que incrementa la pobreza, las migraciones e injusticia ambiental de las comunidades ribereñas y aumenta la falta de contacto con la naturaleza amenazando el desarrollo económico y social de la Región, sobre todo del Campo de Cartagena”.

La Red explica que, reconociendo la especial vulnerabilidad durante la etapa infanto-juvenil al deterioro medioambiental y al cambio climático, la Unión Europea y el Plan de Acción Europeo Salud de los Niños y Medioambiente, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan a la infancia como especial foco de atención para la acción de medidas con la garantía del mayor retorno económico y social de la inversión.

En el documento fundacional aseguran que admiten que “la ciencia es necesaria, pero por sí sola no es suficiente. Consideramos que en las decisiones de importancia han de ser los ciudadanos educados e informados quienes democráticamente decidan. Es necesario emprender cambios, y las organizaciones civiles acordamos trabajar por ayudar a crear un nuevo contrato social con la naturaleza, con el Mar Menor, que nos enseñe a no dejar rastro, basado en el respeto, reciprocidad y reconocimiento de derechos al Mar Menor. Por eso, expresamos el apoyo a la iniciativa de la ILP y cuantas contribuyan a mejorar y establecer una relación más híbrida de la sociedad con la naturaleza”.

Por último, la organizaciones que constituyen la Red Colaborativa sostienen que “los jóvenes constituyen nuestros sueños y esperanzas para el futuro. Son los herederos de nuestro legado, incluida la manera en que tratamos el Mar Menor. Por otro lado, el interés natural e innato, y a

menudo apasionado, que muestran los jóvenes para la preservación de su planeta les convierte en una fuerza dinámica y poderosa para proteger el medioambiente. Con la formación adecuada, los más jóvenes pueden adquirir los conocimientos para participar en las actividades de protección ambiental, y contribuir con su energía, ilusión y vitalidad y visión, de una forma única en la búsqueda de soluciones”.