El Ayuntamiento de Los Alcázares ha hecho entrega de estos candados a los establecimientos del municipio que ofrecen cenas especiales por San Valentín para que se los entreguen a sus clientes y que éstos los coloquen en el reformado Balneario de La Concha.
Los Alcázares quiere ser testigo de las mejores historias de amor y para ello propone a vecinos y visitantes el plan perfecto para hacer en pareja. Se trata de una iniciativa que surge de la concejalía de Turismo y que busca brindar a los enamorados una experiencia inolvidable este San Valentín.
El Ayuntamiento de Los Alcázares ha repartido entre los bares y restaurantes del municipio que ofrecen menús especiales por San Valentín 800 candados que los establecimientos ofrecerán a las parejas que acudan a sus locales hasta el próximo 20 de febrero.
Estos candados pueden hacer posible que la cita sea inolvidable. Las parejas podrán pasear junto al Mar Menor tras la velada hasta llegar al Balneario de La Concha donde se les invita a colocar el candado como símbolo o promesa de amor.
"Desde la concejalía de Turismo hemos querido poner en valor uno de los puntos de interés más significativos de nuestro municipio como es el Balneario de la Playa de la Concha. La colocación de estos candados es una forma de sellar el paso de visitantes y turistas por Los Alcázares, con el Mar Menor como protagonista", asegura la concejal de Turismo, María José Díaz Aragón.
Así, el recién reformado Balneario de La Concha será testigo de las historias de amor que estas semanas quieran cerrar allí, con el Mar Menor como testigo, ese candado tan especial."Invitamos a todos a participar de esta iniciativa, y compartir en sus redes su paso por el Balneario", concluye la edil de turismo.
Guardando la llave
El Ayuntamiento de Los Alcázares recuerda el estado en el que se encuentra el Mar Menor y por lo tanto pide a las parejas que compartan esta experiencia que se lleven la llave y que no la tiren a la laguna salada.
El 14 de abril es San Valentín, el día en el que se festeja el amor. Un amor como el que siente el municipio de Los Alcázares por el mar que baña sus playas y al que, insiste, hay que seguir protegiendo.