El Paso Azul pondrá en escena los personajes y grupos más representativos de su cortejo para deleite de lorquinos y visitantes, a fin de compartir con los jóvenes cofrades de toda España la forma tan particular en que la Semana Santa lorquina entiende y explica la pasión y el triunfo de Cristo.
en la tarde del viernes junto al antiguo Convento de la Merced.
El Paso Azul pondrá en escena los personajes y grupos más representativos de su cortejo para deleite de lorquinos y visitantes, a fin de compartir con los jóvenes cofrades de toda España la forma tan particular en que la Semana Santa lorquina entiende y explica la pasión y el triunfo de Cristo.
De entre los grupos seleccionados para tal ocasión, destacamos a Débora, jueza y profetisa del pueblo de Israel, que es además uno de los personajes más antiguos incorporado al cortejo azul a finales del siglo XIX. Sin duda, se trata de una figura que vino a revolucionar la historia de las procesiones, convirtiéndose en la primera amazona en la Semana Santa de Lorca y, en definitiva, en un hito para la posteridad. Porta un manto dirigido D. Miguel García Peñarrubia (2006) en cuyo medallón aparece la propia profetisa armada en batalla. Los trajes de los guerreros que la acompañan reflejan en su parte trasera motivos alusivos a la historia de Débora y Barac.
No podía faltar el grupo de Sesac, que desde su aparición en procesión en 1891 viene a representar junto a sus jinetes etíopes el saqueo del templo de Jerusalén. Esta caballería, referencia para muchas otras, supuso otra gran revolución en la forma de procesionar al prescindir de montura y otro tipo de ayudas para el jinete, que monta directamente a pelo y realiza el volteo, entre otros ejercicios. Visten capetas y faldillas diseñadas por Miguel García Peñarrubia, alusivas al saqueo del Templo, que enriquecen el cortejo azul con el colorido característico del arte egipcio.
El grupo de las cuadrigas de los emperadores Flavios y Antoninos es indiscutiblemente emblemático para los azules. Supuso otra revolución más en la forma de procesionar, una nueva aportación fundamental de la Hermandad de Labradores a la estética y el carácter de las procesiones de Semana Santa de Lorca.