Pedro Sosa exige al alcalde y a su equipo de Gobierno mayor implicación en estos asuntos

Pedro Sosa, concejal portavoz de Izquierda Unida Verdes en el ayuntamiento de Lorca, junto con un grupo de vecinos del entorno del parque de Nuestra Señora de Los Dolores de la calle Puente Gimeno de San Diego, han denunciado esta mañana en ese lugar la falta de limpieza de las zonas verdes y la creciente inseguridad por altercados entre bandas juveniles que se está dando en su barrio.

El mantenimiento del parque Nuestra Señora de Los Dolores está adjudicado a la empresa "Acciona" bajo un pliego de condiciones que le exige una limpieza diaria de lunes a viernes. Sin embargo, los vecinos denuncian que desde el verano solo se hace tres días a la semana y esto se debe, según la propia empresa, a un aumento en las bajas laborales entre sus trabajadores.

Sosa ha recordado que recientemente desde IU solicitaron la remunicipalización del mantenimiento de parques y jardines, y curiosamente en el informe elaborado por la técnica municipal de este servicio, se desaconsejaba la misma porque, entre otras cosas, allí se decía que el número de bajas laborales era mayor en las empresas públicas que en las privadas.

"Si una de las excusas para no remunicipalizar servicios externalizados es que no hay bajas en las empresas adjudicatarias, no podemos consentir que usen esta excusa para incumplir el pliego de condiciones del servicio", ha remarcado Sosa, y por ello exige al concejal responsable de los parques municipales a que haga velar el cumplimiento del mismo, y que tanto esta zona verde, como el de Cabezo Casas Blancas se limpien a diario y no solo un día a la semana.

En lo referente a la inseguridad en la zona, tanto Sosa como el nutrido grupo de vecinos que lo acompañaba, demandan una mayor presencia policial en la zona, dado que los altercados provocados por bandas juveniles entre ellas y con los vecinos están aumentando tanto en número como en la violencia aplicada, de tal manera, como han reconocido alguna de las asistentes, que en cuanto anochece obligan a sus hijos a volver a casa por miedo a que les suceda algo.