En plena huerta lorquina, rodeado de plantaciones de lechugas, brócoli y arbolado de distintas especies, se encuentra instalado al aire libre, bajo el cielo azul del que aún disfrutamos en diciembre y de las estrellas que llenan el firmamento durante la noche, uno de los belenes más originales de cuantos se han elaborado en este atípico año de pandemia, cuando todo parecía que la situación iba a restar alegría y sentimiento a la Navidad, la fiesta más entrañable del año.
Se trata de un belén costumbrista realizado pieza a pieza por una familia de la pedanía de La Hoya, colocado en el jardín de la vivienda en la que habitan. Tiene, aproximadamente, unos 100 metros cuadrados de superficie con alrededor de 300 figuras donde el visitante se puede encontrar de todo, desde el belén propiamente dicho, que constituye el centro de esta auténtica obra de arte, con Jesús José y María, confeccionados de forma artesanal, hasta una viva reproducción de las casas que se construían en la época del Nacimiento del Mesías. A todo ello hay que añadir, por supuesto, los tres Reyes Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar o el típico río con un circuito de agua permanente. No faltan tampoco las ocas, pollos, gallinas y bueyes. Todo el entorno está protegido por un cañizo artesanal que le da vistosidad al belén.
La cabeza pensante de tan singular y original obra de arte se llama Dolores Marín Moya ayudada por su esposo, Roque Moya Mula y por un grupo de amigos que, según ella, “son los mejores del mundo”. “Lola”, como popularmente es conocida en el pueblo afirma que con la elaboración de este singular belén, cumple uno de los sueños de su vida. Se había prometido así misma que cuando se jubilara ejecutaría su proyecto para que sus nietos los pudieran disfrutar con ella. Como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus, “Lola” dispone de más tiempo libre de lo que se esperaba, lo que ha motivado que haya podido adelantar su sueño. Asegura que comenzó las tareas el pasado mes de setiembre y era tan grande la ilusión que le embargaba que algunos días, se levantaba a las 5 de la mañana para construir algunas de las piezas que allí se encuentran expuestas. Se trata de la primera vez que lo expone.
Como no hay problemas de espacio y el entorno lo requiere, al margen de las figuras propias que hay en cualquier belén, “Lola” ha introducido también, entre otras, una recreación del castillo de Lorca y su torre Alfonsina, una demostración de la típica matanza casera, ya desaparecida, que se hacía en La Hoya por estas fechas de la Navidad, la escuela y la ermita vieja del pueblo, el ventorrillo o una de las cortijadas en las que se solían agrupar las familias de otros tiempos.
Este singular belén rodeado de naturaleza se encuentra situado en el Camino de El Cuervo, ubicado entre el Camino de Caracoleros y la vía férrea de la línea Murcia-Lorca- Águilas, cerca del paraje de La Tejera. Según la propietaria del trabajo, aunque se trata de una propiedad particular, no tendrá inconveniente en mostrárselo a cualquier vecino del pueblo que esté interesado en ello lo mismo que a cualquier visitante demuestre interés. Una vez que finalice el periodo navideño, pasado reyes, guardará las piezas más sensibles y dejará el resto en el mismo lugar, hasta el año que viene, cuando lo instalará de nuevo.
“Lola” es una auténtica “manitas” y en otro lugar de la finca ha realizado una viva reproducción de la pedanía lorquina de Doña Inés, con el bar “El Jeromo” en primera línea. Lo mismo ha hecho con Don Quijote y Sancho Panza, Pinocho o las Tablas de la Ley con los 10 Mandamientos en piedra artificial.