Al contenedor marrón irán los desechos orgánicos, como restos de comida en general, pieles y restos de frutas y verduras, restos de carne, pescados y mariscos, de pastas y arroces, cáscaras de huevos, posos de café y té, pan, pequeños residuos de jardín, así como servilletas o tapones de corcho y palillos mondadientes, entre otros
El alcalde de Lorca, Diego José Mateos y el vicealcalde y concejal de Empresas Públicas, Francisco Morales, han presentado, esta mañana, una experiencia piloto para la recogida separada de biorresiduos generada en los hogares y cuya prueba piloto se ha diseñado en los contenedores soterrados de la Avenida Juan Carlos I, donde se concentra la mayor densidad demográfica de Lorca.
El alcalde de Lorca ha destacado que "Lorca está trabajando, a través de la empresa de limpieza municipal para ir adaptándose a todas las normativas europeas y seguir haciendo de este municipio un municipio puntero en cuanto al reciclaje con diversas iniciativas llevadas a cabo en colaboración con varios colectivos, así como con el cuidado y el respeto del medioambiente".
Diego José Mateos ha recordado que "en un principio la recogida separada de todos aquellos biorresiduos generados en los hogares estaba prevista para comienzos de este año 2020, pero debido a la pandemia de la Covid-19 tuvo que ser relegada al último trimestre del año. Ahora, el contenedor marrón llega a las calles de Lorca para valorizar, reciclar, los residuos biodegradables, los biorresiduos".
Por su parte, el vicealcalde y concejal de Empresas Públicas, Francisco Morales, ha querido destacar "el sobresaliente trabajo que se está realizando por parte de la empresa municipal Limusa para avanzar en la sostenibilidad de Lorca a través de la gestión de los residuos urbanos del municipio". Para ello, Francisco Morales ha informado que "se instaura el denominado quinto contenedor, que se suma a los de fracción resto, envases ligeros, cartón y vidrio, y que tiene por color identificativo el marrón. Se trata de una parte desagregada del contenedor gris, que seguirá siendo destino de la materia no valorizable. Su importancia es crucial, pues se calcula que aproximadamente el 40% de la bolsa de basura doméstica es biorresiduo".
"La misión del contenedor marrón es el reciclaje de materia orgánica que dé compost como resultado del proceso de fermentación y maduración de los residuos biodegradables y los desechos orgánicos. Se trata de los restos de comida en general, como pieles y restos de frutas y verduras,
restos de carne, de pescados y mariscos, de pastas y arroces, cascaras de huevos, posos de café y té, pan, pequeños residuos de jardín (hojarasca, hierbas, flores y plantas), así como servilletas y papel de cocina usado (manchado de alimento, no proveniente de la limpieza del hogar) o tapones de corcho y palillos mondadientes", ha afirmado Morales.
El edil de Empresas Públicas ha detallado que "la función del contenedor gris seguirá siendo la de albergar el resto de material no reciclable, como cristales y porcelana de la vajilla, pañales y otros enseres menores y residuos que irían directos a vertido. Con los contenedores gris y marrón se completa la realización correcta y completa de la separación en origen de todos los residuos que generamos en el hogar".
En este sentido, Francisco Morales ha informado que "la implantación se realizará en tres fases. La primera actuación será la experiencia piloto, que se realizará en la Avenida Juan Carlos I con la identificación de los contenedores, campañas de información y concienciación puerta a puerta, la puesta en marcha del servicio de recogida y el acondicionamiento de instalaciones en el centro de gestión de Residuos para su tratamiento. La siguiente fase será la ampliación al casco urbano, donde además de lo anterior también se adquirirán contenedores nuevos y se realizarán campañas de información y concienciación a colegios y diversos colectivos de la ciudad. Y en tercer lugar se extenderá el servicio a todo el término municipal".
A nivel normativo, la Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018 por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos establece que con el fin de cumplir los objetivos y de avanzar hacia una economía circular europea con un alto nivel de eficiencia de los recursos, los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para garantizar que se logran los objetivos fijados en la misma. Tanto la Disposición transitoria segunda de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados (art. 5) de correspondencia a las Entidades Locales.
De modo que comunidades autónomas y entidades locales deben haber implantado la recogida separada de biorresiduos antes de enero de 2024. Para municipios de más de 5.000 habitantes, antes de 31 de diciembre de 2021. Lorca se ha planteado una hoja de ruta que pasaría por esta implantación parcial del casco urbano en octubre de 2020, la ampliación paulatina al resto de la ciudad entre 2021 y 2022; y durante el ejercicio siguiente, si no antes, instalar los contenedores marrones en pedanías.
De esa manera, Lorca pretende cumplir con el calendario de implantación del quinto contenedor y avanzar en los objetivos de reciclaje, de los que actualmente nos encontramos muy lejos en cifras de kilos por habitante y año a pesar de que en envases ligeros 2020 promedia una subida del 20% respecto al año anterior. El Anteproyecto de Ley fija objetivos más ambiciosos de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales: en 2025, el 55% respecto de los residuos municipales generados; en 2030, el 60%, y en 2035, el 65%. Y regula la eliminación de
los residuos, que deberá llevarse a cabo de manera segura, y en el caso del depósito en vertedero, tras haber sido sometidos los residuos a un tratamiento previo.