La concejala Gloria Martín explicó que se trata de una explotación que ha estado fuera de funcionamiento durante casi dos años, por lo que habría perdido su licencia de actividad. Los trabajos de reforma podrían estar ejecutándose sin la correspondiente licencia de obras, ya que ni siquiera se han practicado notificaciones a los vecinos colindantes, lo que les ha impedido presentar alegaciones al proyecto y les ha dejado en la más absoluta indefensión
La concejala de Izquierda Unida-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, ha pedido explicaciones al concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, José Luis Ruiz Guillén, por las obras de reforma de un macrocebadero en la pedanía de Cazalla, a escasos 300 metros del colegio público Virgen de las Huertas.
Se trata de una explotación que ha estado fuera de funcionamiento durante casi dos años, por lo que habría perdido su licencia de actividad. Los trabajos también podrían estar ejecutándose sin la correspondiente licencia de obras, ya que ni siquiera se han practicado notificaciones a los vecinos colindantes, lo que les ha impedido presentar alegaciones al proyecto y les ha dejado "en la más absoluta indefensión".
Martín ha explicado que algunos vecinos afectados han realizado consultas en Urbanismo y que, tanto el concejal responsable como los técnicos, han confirmado estos extremos, así como que la granja estaría afectada por una moratoria establecida tras la aprobación del Plan General en 2003, por la que su propietarios disponían de un plazo de quince años para trasladar la explotación y dar así cumplimiento a las distancias establecidas en la normativa. Sobre este tema, la concejala de IU-Verdes explicó que el 4 de julio de 2019 pidió información por escrito sobre el grado de cumplimiento del régimen transitorio para estas explotaciones "sin que aún nos hayan respondido".
La concejala de IU-Verdes dijo no entender cómo, a pesar de estas presuntas irregularidades, las obras continúen su curso "con toda normalidad" y que incluso ya se hayan instalado las tolvas para el pienso. Por ello, exigió un pronunciamiento por parte del Ayuntamiento porque "por mucho que digan que ahí no va entrar ningún cerdo, todo está ya casi dispuesto para que en el macrocebadero se retome la actividad ante la indignación de los vecinos".
Martín también denunció que junto a la explotación, se ha excavado una balsa de purines de considerables dimensiones, a sólo 50 metros de una vivienda familiar. Además, la edil de IU-Verdes ha tenido acceso a unas fotografías donde se aprecian restos de amianto, un material cancerígeno cuyo uso está prohibido en nuestro país desde el año 2002. De hecho, y a pesar de las obras de reforma, el techo de las dos naves sigue siendo de este material. Al respecto, la concejala ha lamentado las "condiciones de riesgo" a las que han estado expuestos los obreros, por lo que ha pedido al Ayuntamiento que exija a la promotora el Plan de trabajo en operaciones con riesgo de amianto, al que está obligado por el Real Decreto 396/2006 de 31 de marzo para preservar la seguridad y salud de los trabajadores directamente implicados.
Esta explotación ya fue objeto de denuncia por parte de IU-Verdes en el año 2017 cuando se comprobó la existencia de fosas de cadáveres que era "simples agujeros en la tierra", balsas sin impermeabilizar que rezumaban detritus y campos de cultivo anegados de purines. En aquella ocasión, Martín también detectó que el suministro de agua para el abastecimiento de los animales procedía, como parece que sigue siendo el caso, de la red de la Comunidad de Regantes de Lorca. Por ello, también ha exigido a Urbanismo que compruebe las fuentes de suministro de agua que constan en el proyecto.
La concejala lamentó que el equipo de Gobierno municipal (PSOE y C's) siga "dando largas" para no abordar la actualización de la normativa urbanística que permita conciliar los usos residenciales y ganaderos del suelo. Mientras, en los últimos días el Ayuntamiento ha comenzado la tramitación para la ampliación de dos nuevas explotaciones, una en el paraje Beltrán, en Barranco Hondo, que pasará de 2.000 a 6.240 plazas de cebo y otra en el paraje de la Condomina, en el camino Pocico, que tendrá otros 2.000.
