Los socialistas denuncian que en los últimos años en muchos semáforos de la ciudad se han desinstalado avisadores acústicos, por lo que para personas invidentes y con deficiencias visuales resulta muy problemático cruzar cada día la calle, restándoles autonomía. Reclaman para Lorca implantar un sistema inteligente en el que los usuarios hacen activar a través de un mando las señales acústicas de los semáforos.
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Lorca, a través de su concejal David Romera, ha pedido que se implanten en la ciudad señales acústicas inteligentes "para solucionar las dificultades para la accesibilidad de las personas invidentes y con deficiencias visuales y que cruzar la calle cada día no se convierta en un riesgo". Actualmente, el número de afiliados a la ONCE en Lorca supera las 200 personas, cifra que aumenta a más de 300 contando con algunos municipios de su área de influencia y que viene a la ciudad a comprar o a realizar gestiones.
Romera ha señalado que en los últimos años, se han eliminado de muchos semáforos los avisadores acústicos por lo que los ciclos en verde de los semáforos para el paso de los peatones, "pasan completamente inadvertidos para las personas ciegas o con deficiencia visual, lo que constituye un riesgo, un peligro, pues únicamente detectan el momento de paso cuando oyen que los vehículos se detienen o cuando son atendidos por otros ciudadanos, por lo que se les resta total autonomía a la hora de cruzar la calle". Romera puso el ejemplo del cruce de la Plaza de la Estrella del Barrio de San Cristóbal, uno de los más transitados de Lorca, de cuyos semáforos han sido eliminados los avisadores acústicos, que estaban instalados desde que se pusieron los semáforos.
En la actualidad, "existe una total falta de planificación en la distribución de los avisadores acústicos en los semáforos de la ciudad", pues los usuarios se quejan "de la eliminación, sin dar explicaciones, de muchos avisadores ya instalados hace años; de que se solicita la instalación de avisadores nuevos en zonas donde hay demanda de ello y no se hace caso; se instalan de forma arbitraria en calles donde no se ha solicitado; o ni siquiera se han instalado semáforos de avenidas importantes y muy transitadas como en la de Cervantes, lo que supone un problema añadido". En este sentido, el edil socialista lamenta "que el equipo de Gobierno del PP ni se haya interesado ni se hayan aprovechado los proyectos de regeneración urbana para adaptar los semáforos a las necesidades de las personas invidentes o con deficiencias visuales".
Romera ha indicado que "desgraciadamente, buena parte de los cruces semaforizados de Lorca carece de avisadores acústicos, incluyendo áreas muy transitadas cerca de centros comerciales, zonas educativas, centros administrativos o sanitarios" por lo que la accesibilidad de estas personas "está muy limitada en buena parte de la ciudad, lo que les resta independencia para desplazarse de un lugar a otro con todas las garantías".
Por último, David Romera ha puesto de manifiesto la necesidad para dar una solución factible a esta problemática, poniendo en marcha un sistema de avisadores acústicos inteligentes que, a través del sistema bluetooth, permite a los usuarios disponer de un mando a distancia personal que ponen en marcha cuando se acercan a un semáforo y se activa una señal acústica especial en la fase verde del semáforo para peatones. Se trata de una aplicación de Smart City que se pone la tecnología al servicio de los usuarios, que se pueden mover de forma más segura por la ciudad, mientras que se evita que los avisadores acústicos tradicionales generen molestias entre el vecindario, especialmente durante la noche, al estar siempre sonando.
Con este sistema, la señal únicamente sonará cuando sea activada por el invidente y la ciudad se vuelve más integradora.. Este sistema ya ha sido implantado con gran éxito en muchas ciudades españolas en colaboración con la ONCE: Madrid, Barcelona, Sevilla, Murcia, Salamanca, Las Palmas, Reus, etc., por lo que es perfectamente extrapolable a Lorca, comenzando en los pasos más concurridos y de mayor riesgo.