Fulgencio Gil: "no nos podemos permitir olvidar a personas así, pues son un ejemplo para todos los hombres y mujeres que queremos hacer de nuestra Lorca una ciudad mejor hoy y mañana. Las generaciones venideras deben conocer su compromiso con la ciudad".
El Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha informado que esta tarde a las 19:30 tendrá lugar el acto oficial mediante el cual el Centro Cultural de la Ciudad recibirá el nombre de Alcalde José María Campoy Camacho. El Primer Edil ha afirmado que "Lorca es una ciudad agradecida. Nuestro municipio se enorgullece de entregar su reconocimiento a aquellas personas que se han desvelado por su crecimiento, por su mejora, por hacer de esta ciudad un lugar mejor. Queremos que Lorca siga teniendo memoria y recuerde a sus alcaldes, a aquellas personas que dedicaron los mejores años de su vida a la gestión municipal y que defendieron los intereses de nuestra ciudad con coraje y valentía".
El Alcalde de Lorca ha asegurado que "no nos podemos permitir olvidar a personas así, pues son un ejemplo para todos los hombres y mujeres que queremos hacer de nuestra Lorca una ciudad mejor hoy y mañana. Las generaciones venideras se merecen recordar el compromiso de D. José María Campoy con la Ciudad del Sol y su entrega por el bien colectivo.
Estamos convencidos de que nombrar a este espacio cultural de referencia para el municipio como Alcalde José María Campoy supondrá homenajear a una persona muy querida en el municipio, al mismo tiempo que se promueve su figura y obra política e institucional durante las próximas décadas para el conocimiento de los lorquinos del mañana".
Fulgencio Gil ha manifestado que José María Campoy fue un maestro que creó escuela en la abogacía lorquina, un alcalde comprometido con su pueblo, un defensor de la cultura local, un brillante conversador conocedor de las tradiciones y de la historia. Pero sobre todo, un enamorado de Lorca, ciudad que le quiso y que ahora llora su desaparición. Resumir la figura de José María Campoy Camacho (Lorca, 1946) en unas pocas líneas es absolutamente imposible. Fue la suya una vida fecunda en lo profesional y en lo personal, llena de logros y en la que destaca su prolífica actividad como abogado. José María no siguió la tradición familiar por inercia, sino que realmente era un apasionado del Derecho como pocos, hasta el punto de que días antes de marcharse su gran obsesión era volver a los tribunales; los compañeros siempre pudimos contar con su consejo, pues la generosidad ha sido una de sus muchas virtudes. Fue un alcalde joven y decidido, que se entregó desde el Ayuntamiento a la mejora de su ciudad. Apenas unas semanas después de acceder al cargo tuvo que hacerle frente a las fatídicas inundaciones de octubre de 1973, haciendo gala de su carácter y fortaleza. Con la llegada de la Transición concurrió a las elecciones por Coalición Democrática, formando parte de esa primera Corporación Municipal que hizo del consenso y del diálogo los argumentos para la consolidación de la joven democracia en la Ciudad del Sol. Su labor editorial también merece reconocimiento: gracias a él hoy podemos acceder a los escritos de gran valor histórico y costumbrista de su antepasado José María Campoy García, primer cronista de Lorca.
El Alcalde ha afirmado que sus amigos lo echamos de menos; resulta extraño recorrer la Corredera y no cruzárselo de camino al juzgado desde el despacho o viceversa, pararse a charlar y dejarle aconsejarnos desde la experiencia y la erudición. Pero la ciudad de Lorca también añora a un hombre comprometido hasta el alma con su ciudad y sus vecinos. Sin embargo, nos queda su legado cultural; nos queda la amistad de sus 4 hijos, Elisa, Antonio, Aurora y José María, todos ellos abogados, por supuesto; y nos queda su cariño inmenso por Lorca que debe ser ejemplo e inspiración para quienes deseamos construir el mejor de los futuros para esta ciudad, tal y como él nos enseñó.
José María Campoy Camacho nació en Lorca el 24 de enero de 1946. Era licenciado en Derecho y dedicó gran parte de su vida al mundo de la justicia, dentro de una saga familiar dedicada a la abogacía, además de fomentar la recuperación cultural, histórica y documental lorquina a través de múltiples investigaciones y recopilaciones de gran relevancia. Fue alcalde del municipio en el periodo comprendido entre los años 1973-1975, además de haber sido elegido concejal de esta Corporación Municipal por las formaciones Coalición Democrática (CD) en 1979 y posteriormente en 1987 por Solución Independiente (SI). También fue nombrado diputado provincial. Durante su mandato tuvo que hacer frente a la crisis provocada por las fatídicas inundaciones que sufrió nuestra ciudad en 1973.
Este homenaje en forma de nombramiento se suma a los de otros tres alcaldes de la ciudad, Miguel Navarro, José López Fuentes y José Antonio Gallego, cuyos nombres denominan ahora, respectivamente, la pasarela peatonal sobre el río Guadalentín, y nuevas avenida incluidas en el tramo IV de la Ronda de Evacuación.