El Portavoz del Grupo Municipal de IU-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Pedro Sosa, ha adelantado la posición crítica de su formación frente a la pretensión del gobierno local del PP de aprobar en el próximo Pleno una modificación de la actual ordenanza fiscal del IBI, para implementar una bonificación de ese impuesto a multitud de suelos urbanos de núcleo rural y de suelos urbanos no consolidados en distintas pedanías lorquinas, que fueron reclasificados en su día por el Plan General.
El Concejal de IU-V sostiene que ya en 2008 su grupo político llevó una moción al Pleno para que los suelos que habían sido reclasificados unilateralmente por el Ayuntamiento de Lorca, sin contar con sus propietarios, y muchas veces contra la voluntad expresa de los mismos incluyéndolos en convenios urbanísticos en los que no estaban de acuerdo, fuesen tratados fiscalmente con una bonificación del IBI urbano que alcanzase el 90% de ese impuesto. Todo ello de conformidad con lo prevenido en el art.74 de la Ley de Haciendas Locales. El PP aceptó en aquel Pleno estudiar la propuesta de IU, y a resultas de la misma, concedió una bonificación del IBI a estos suelos que alcanzó sólo el 35% del impuesto, pero gracias a la cual muchos contribuyentes lorquinos empezaron a pagar menos IBI. En esa moción de 2008, recuerda Sosa, IU-V planteaba textualmente que "entre los beneficiarios de la propuesta se deberían excluir a los propietarios de los terrenos incluidos en convenios urbanísticos, salvo aquellos que han sido obligados a introducir sus propiedades en los convenios contra su voluntad".
Pero, afirma el Concejal de IU-V, lo que ahora pretende el gobierno del PP, después de llevar años con gobiernos del PSOE y con gobiernos del PP haciendo un "urbanismo a la carta" que está costando millonadas a los lorquinos, es hacer una rebaja fiscal también a la carta. En tal sentido, IU-V exigirá en Pleno que esa bonificación potestativa se incremente hasta el tope legal del 90% previsto en la Ley de Haciendas Locales para aquellos propietarios de esos terrenos reclasificados en su momento a urbanos que no estaba de acuerdo con que sus tierras se incluyeran en esa gigantesca ola de especulación urbanística que caracterizó la política local del momento, pero que en ningún caso esa bonificación alcance a los propietarios de terrenos que -vía convenio urbanística o vía negociación secreta con el poder político del momento- apostaron por la reclasificación de sus terrenos para pegar pelotazos urbanísticos.