La fecha conmemora el día en el que Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, leyó la Declaración que lleva su nombre y que sentó parte de las bases de lo que hoy es la Unión Europea cinco años después de la finalización de la II Guerra Mundial.
Casi 70 años más tarde, vivimos la peor crisis de personas desplazadas desde la II Guerra Mundial, una crisis de humanidad y de solidaridad. Una barbarie. Una sucesión de conflictos armados, guerras e injerencias externas que amenazan con degenerar aún más si no se toman medidas urgentes. Es la constatación de un modelo fallido de gestión migratoria y de una Europa vergonzante, muy alejada de sus valores fundacionales y de la ciudadanía a la que representa. Más 60 millones de personas siguen saliendo de sus casas en países como Siria, Afganistán, Irak, Palestina, Eritrea, Nigeria o Somalia para huir de la guerra, del hambre o de la violencia sexual. Escapan de conflictos provocados por intereses geoestratégicos y económicos que promueven el expolio de riquezas y la venta de armas.
El Mar Mediterráneo y las fronteras europeas siguen siendo las fosas comunes en las miles de personas pierden sus vidas: más de 4.000 en 2015, 400 la pasada semana. Seguimos viviendo con increíble desconcierto la pérdida de más de 10.000 niños y niñas en manos de las redes de trata y los abusos sexuales de cientos de mujeres refugiadas.
Mientras tanto, los gobiernos europeos actúan de una manera inmoral. De hecho, el pasado mes de septiembre la Unión Europea se comprometió a acoger a más de 120.000 personas refugiadas, 17.000 en el Estado español. En cambio, en el Estado español sólo se acogieron 18 personas, contrastando con la voluntad de la ciudadanía europea, muy por encima de quien la gobierna (el 85% de la ciudadanía del estado español y el 65% de la ciudadanía europea está a favor de ayudar a las personas refugiadas según los datos del Eurobarómtero de febrero)
El infame acuerdo de la vergüenza entre la UE y Turquía aprueba la expulsión de las personas que llegan a Grecia a Turquía, sin importar su edad, su nacionalidad, sus circunstancias personales o el motivo que les ha obligado huir de su país. El acuerdo es inmoral y también ilegal, su aplicación práctica vulnera la normativa europea e internacional, y supone un riesgo para la vida de muchas personas refugiadas.
Tal es el caso que la propia Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha decidido denunciar él acuerdo UE-Turquía ante la Comisión Europea, El Consejo de Europa y El Defensor del Pueblo Europeo por la vulneración de los derechos de las personas refugiadas.
Recientemente y tal y como se está haciendo en distintos lugares de la geografía española, se acaba de constituir una Plataforma en Lorca (con alcance comarcal) de apoyo a los refugiados sirios compuesta por diferentes organizaciones sociales y políticas, entre las que se encuentra IU-Verdes, así como ciudadanos a título individual que apoyan el proyecto.
La plataforma ha realizado hasta la fecha dos actividades: está colaborando en una campaña de recogida de alimentos no perecederos y materiales básicos sanitarios y ortopédicos, desde 9 al 13 de mayo, a beneficio de la asociación de ayuda al pueblo sirio, estableciendo para ello distintos puntos de recogida de las diferentes organizaciones colaboradoras. Además, el pasado 29 de abril tuvo lugar un taller de cartelería solidaria en la que los asistentes pudieron realizar pancartas con lemas de apoyo a los refugiados y en contra de las políticas europeas que se están llevando a cabo.
El próximo viernes 13 de mayo, está prevista la realización de una concentración por parte de la Plataforma de Apoyo al pueblo sirio en la plaza calderón a las 20:30 horas. Por todo ello, desde IU-Verdes instamos al alcalde de Lorca, D. Francisco Jódar, para que el ayuntamiento se sume a esta concentración y realice un acto simbólico en rechazo al acuerdo entre la UE y Turquía y en reconocimiento de las personas que han perdido la vida en nuestras fronteras bajando la bandera a media asta ese mismo día y en conmemoración del día 9 de mayo, Día de Europa.
En dicho acto, el consistorio mostrará su más firme rechazo al acuerdo entre la UE y Turquía con el objetivo de garantizar alternativas humanas, legales y responsables, el cumplimiento de los convenios internacionales y las directivas y legislaciones europeas en materia de asilo y refugio, el respeto de los derechos humanos en las fronteras y garantía en la protección de las personas, en especial a las menores y las más vulnerables. El consistorio también se comprometería a presentar una moción al próximo pleno en la que se recojan las demandas de ONG y colectivos sociales, facilitando así la garantía de asilo para las personas que ya están en el Estado español pendientes de ser atendidas, facilitar el empadronamiento de las personas refugiadas que lleguen al municipio, una mayor sensibilidad, mejor interlocución entre las diferentes administraciones, recuperar los fondos de cooperación al desarrollo y los programas de atención a la población de origen extranjero previos a los recortes, poner a disposición de las personas migrantes y refugiadas recursos que también beneficien al conjunto de las personas en situación de pobreza y/o exclusión, la puesta en marcha de un programa de formación dirigido al personal de las administraciones públicas que atienden en distintos servicios a personas migrantes y refugiadas y actuaciones en general sobre los problemas de origen .
