Además de la eliminación de arbolado en calles y paseos del barrio y de encontrar numerosos desperfectos en unas obras recién terminadas, ahora se suma el hecho de que algunas calles estén nuevamente levantadas por errores graves en la ejecución del proyecto por parte de la empresa adjudicataria
El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Lorca, David Romera ha denunciado la "estupefacción que hay entre los vecinos de San Diego" debido a que "las máquinas, los operarios, los ruidos y el polvo han vuelto a hacer acto de presencia en algunas calles de la barriada cuya remodelación, supuestamente estaba completada". En este sentido, el concejal socialista asegura que "los vecinos, tras aguantar durante meses unas obras que siempre resultan incómodas, están viendo ahora cómo se están demoliendo obras ya realizadas para volverlas a ejecutar porque se han producido errores graves en la ejecución por parte de la empresa adjudicataria de las mismas, lo que obedece también a una clara falta de control por parte del Ayuntamiento de Lorca".
David Romera ha destacado que se trata de las calles que rodean a la llamada Urbanización Terriza, detrás de los bloques de Ntra. Sra. de los Dolores: Músico Gayón, Juan Antonio Filibertos y Antonio Machado, relacionando este error con que "en lugar de haberse colocado los correspondientes adoquines, como en el resto del barrio, se ha echado un planché de hormigón sobre el cual se ha colocado una estructura luego retirada para simular el juego geométrico de los adoquines, lo cual es más rápido y económico". Fruto de ese cambio a última hora "en estos momentos, los operarios actúan en las rampas de acceso a dichas calles, desconociéndose si se procederá a la sustitución total del pavimento simulado que las cubre totalmente".
Por todo ello, el concejal socialista afirma que "pese a que las obras son planificadas y adjudicadas por la Comunidad Autónoma, es evidente la falta de control y supervisión de las mismas por parte del Ayuntamiento de Lorca, y más concretamente por la Concejalía de Obras, pues está generando más molestias de las que se debería a los vecinos de San Diego". En este sentido, Romera Franco asegura que se trata de "Un ejemplo más", dentro de un "suma y sigue", que según el concejal del PSOE "pone en evidencia al equipo de Gobierno del PP sobre el nuevo modelo de urbanización ejecutado en San Diego y que descontenta a muchos vecinos".
David Romera ha recordado además que "las obras han supuesto que la barriada pierda una parte importante del patrimonio vegetal heredado, pues especialmente sangrante fue la desaparición del arbolado en el paseo de la avenida Rafael Maroto", que según el responsable socialista "ha pasado de ser un espacio emblemático a un erial que será insufrible en verano". Los árboles que estaban situados en el parterre central de la avenida Paso Encarnado, los ejemplares situados en la avenida de Europa junto al sifón, o los que fueron cortados en la plaza que existe frente a las viviendas de promoción pública de la calle Ministriles, también engrosan la lista de arbolado municipal desaparecido con motivo de estas obras.
En cuanto al parque localizado en calle Puente Gimeno, y al margen de los polémicos bancos unipersonales, según el edil socialista "hace falta la instalación, por petición popular, de más bancos en los espacios libres que han quedado lindantes con la mencionada calle", al tiempo que denuncia que "la instalación en el parque de la Casa Mata de dos minipistas de deportes junto a los cuatro carriles de circulación de la avenida de Europa no es el lugar más adecuado". Por otro lado, denuncia que "ya se acusan desperfectos en las actuaciones ya terminadas: adoquines levantados, el carril bici de la avenida de Europa aparece agrietado, muchos de los cientos de bolardos colocados en las calles están doblados o han sido arrancados".
Para finalizar, David Romera sentencia que "en San Diego, como en otras zonas de Lorca ya remodeladas, se ha perdido una oportunidad de oro para crear una ciudad más amable, más sostenible, más verde, más habitable y con más calidad de vida para los lorquinos". En su lugar, añade "los barrios han visto desaparecer su masa vegetal histórica y sus jardines, orgullo de los vecinos, los cuales han sido sustituidos por adoquines y bolardos, convirtiendo a Lorca en una ciudad enlosada, árida, que será insufrible en el tórrido verano".