El Museo Arqueológico Municipal, cuyos trabajos de restauración tras los daños ocasionados por los terremotos finalizarán en algunas semanas, reservará dos salas especiales para divulgar la cultura del Argar. Se expondrán varias piezas inéditas y se incorporará un audiovisual sobre el Parque de Los Cipreses.

La Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, Sandra Martínez, ha visitado esta mañana el Parque Arqueológico de "Los Cipreses", ubicado en el paraje de Oñate de la pedanía de La Torrecilla con motivo del XX aniversario del inicio de los trabajos de excavación arqueológica en el mencionado enclave. La Edil de Cultura ha explicado que este yacimiento se ha constituido como uno de los ejemplos más sobresalientes de poblado argárico a nivel nacional. Estamos hablando de una auténtica joya de la arqueología cuyo valor es especialmente significativo puesto que permite ser mostrado prácticamente tal y como fue descubierto años atrás. En él se han logrado conservar a pesar del paso del tiempo los restos de uno de los muy escasos poblados argáricos, constituyendo el primer Parque Arqueológico de la cultura del Argar situado en llanura. Desde el Ayuntamiento vamos a incidir en la difusión del valioso patrimonio prehistórico con el que contamos en nuestro término municipal, ya que hemos de saber aprovechar la oportunidad que este representa para atraer a investigadores de otras regiones y a turistas que buscan conocer este tipo de yacimientos".

Martínez Navarro ha manifestado que el hallazgo más destacado de este yacimiento es la denominada "Tumba del herrero", así como los elementos que permiten recrear cómo se procedía a la molienda del cereal hace 4.000 años. De hecho cabe recordar que las armas, herramientas y adornos que usaban los argáricos fueron elaborados con cobre, bronce, plata y oro. El descubrimiento del bronce, conseguido de la aleación del cobre con el estaño, hizo que los argáricos dispusieran de objetos mucho más resistentes. Buena parte de los materiales metálicos hallados en Los Cipreses corresponden a los ajuares de las tumbas, incluyendo piezas tales como alabardas, puñales, cuchillos, punzones (alguno incluso con funda laborada en hueso) y espirales. Junto a estas piezas se documentan también objetos de piedra (afiladores, yunques, molinos, manos de molinos y losas para el triturado del metal) y elementos en hueso trabajado (enmangues de puñales, punzones y objetos de adorno). Mucho más escasos son los objetos conservados de madera. Excepcionalmente se documentaron en uno de los enterramientos 3 fragmentos del enmangue de una alabarda elaborados en una madera blanda.

Sandra Martínez ha indicado que la creación de este Parque Arqueológico ha permitido que la sociedad conozca y comprenda la importancia su patrimonio cultural y de su remota historia, por lo que los objetivos que se tuvieron en cuenta a la hora de planificar la puesta en valor del yacimiento fueron los de respetar el original evitando cualquier proceso o añadido innecesario, así como consolidar las partes del yacimiento factibles de conservación, tanto para evitar el deterioro de los originales como con el fin de reforzar las partes más débiles, intentando facilitar la lectura de las estructuras (casas, enterramientos, etc.), y desde un punto de vista arqueológico, hacer comprensibles los restos al visitante.

La Concejal de Cultura ha expuesto que en el yacimiento de Los Cipreses se han documentado restos de ocho casas, todas ellas de carácter individualizado con planta de tendencia oval, con el fondo de forma absidal, semiexcavadas en el terreno adaptándose a la topografía natural del mismo y delimitadas por gruesos muros de piedra. Las casas eran a la vez vivienda, taller y lugar de enterramiento. Las sepulturas argáricas de este poblado se practicaron en las proximidades de las viviendas o en el interior de éstas. El cadáver aparece flexionado dentro de la sepultura, acompañado por objetos de metal (útiles y armas), objetos de adorno personal (pendientes, brazaletes…), vasijas cerámicas y extremidades de bóvido, cérvido u ovicáprido. Los quince enterramientos hallados en Los Cipreses pertenecen a personas mayores y niños. Los enterramientos documentados responden básicamente a 4 tipos:

Urnas (tinajas). Se denomina así a los enterramientos efectuados en el interior de una vasija cerámica. Mayoritariamente se emplearon para individuos infantiles.

Cistas: Recibe este nombre la sepultura formada por seis o más losas de piedra colocadas a modo de caja.

Cista de mampostería: La sepultura está construida con muretes de piedra, una laja en el fondo y una laja en la cubierta formando una caja para albergar el cadáver infantil.

Fosa rodeada de piedras. Tras el derrumbe de la casa 4 o casa del Molino, se realizaron dos fosas que sirvieron como sepultura en un caso a cuatro individuos y en otro a uno.

Difundiendo nuestra prehistoria a través de los más modernos recursos.

La Edil de Cultura ha señalado que el Parque de Los Cipreses cuenta con una página web donde se encuentra información sobre el mismo (con el itinerario, área didáctica, reconstrucciones del ritual funerario, vida cotidiana, recursos económicos, el hogar, recreaciones en 3D, fotos y vídeos), así como del yacimiento arqueológico con publicaciones descargables donde se menciona este poblado argárico. También incluye un apartado denominado "Exposición temporal" donde se muestran imágenes de piezas halladas en Los Cipreses, que en aquellos momentos formaban parte de la citada exposición temporal, con una breve explicación