Esta actuación forma parte de un proyecto de tres fases para la mejora de la seguridad vial en la RM-D4, que procurará la supresión de un total de siete tramos de concentración de accidentes y en el que ya se ha invertido más de 1,8 millones de euros
El consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, José Ballesta, acompañado de los alcaldes de Lorca, Francisco Jódar, y de Mazarrón, Francisco Blaya, inauguró hoy la finalización de las obras del segundo tramo acondicionado en la RM-D4 que comunica ambos municipios y por las que se han eliminado otros dos puntos negros.
"Las obras realizadas en esta carretera repercutirán en una mejora de la seguridad vial para los más de 700.000 conductores que circulan al año entre Lorca y Mazarrón. Además, aumentará la comodidad y visibilidad debido a las mejoras de trazado y se acortará el tiempo de trayecto al poder circular a una velocidad de 80 kilómetros por hora", indicó el responsable autonómico.
El pasado mes de marzo, la Consejería acabó los trabajos correspondientes a la primera fase de este proyecto, entre los kilómetros 3,5 y 9,2 de la mencionada carretera, que constituyeron la eliminación de dos tramos de concentración de accidentes.
En la fase que finaliza ahora, entre la pedanía lorquina de Morata y la mazarronera de Atalaya, de los kilómetros 12,2 al 14,2, se ha llevado a cabo una remodelación del trazado con la rectificación de las curvas de radio reducido, el ensanche de la plataforma hasta los diez metros y refuerzo de firme.
También se ha realizado el acondicionamiento de los accesos con las fincas colindantes a lo largo de la vía, además de la mejora del sistema de drenaje, y la colocación de una nueva señalización, tanto vertical como horizontal, y el adecuado balizamiento.
"Desde la Consejería y a través de la Dirección General de Carreteras se llevan a cabo este tipo de proyectos de remodelación integral para adecuar las vías regionales a las necesidades actuales de la circulación e incrementar las condiciones de seguridad para los conductores en la Red de Carreteras de la Comunidad", apuntó José Ballesta.
Última fase
Esta actuación conforma la segunda parte de un proyecto de tres fases para la mejora de la seguridad vial en la RM-D4, que procurará la supresión de un total de siete tramos de concentración de accidentes y en el que ya se ha invertido más de 1,8 millones de euros.
El proyecto contempla una última fase, mediante la que se actuará del kilómetro 9,2 al 12,2, "que repercutirá aún más en una mejora de las comunicaciones y la accesibilidad para todos los vecinos de los núcleos de población del entorno como Los Cañavates, Leiva y La Atalaya en Mazarrón y Morata en Lorca, con el fin de que pueden llevar a cabo sus labores cotidianas de una forma fiable y cómoda por medio de esta carretera que les presta servicio", concluyó el consejero.