El Concejal de Urbanismo, Francisco García, ha anunciado esta mañana el comienzo de las obras y explicado que "esta primera fase, en la que trabajarán 30 personas 13.035 horas, incluye mejoras en el proyecto inicial de 318.400 euros" y ha lamentado que "en los últimos 20 años los anteriores gobiernos municipales no hicieron nada para poner evitar los desprendimientos, que amenazaban a vecinos, viviendas y turistas".
El Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Lorca y alcalde en funciones, Francisco García, ha anunciado esta mañana el inicio de las obras de la primera actuación en la ladera del castillo para la consolidación de la colina, con el fin de evitar desprendimientos de roca, que suponían un peligro potencial para los vecinos de los barrios altos y visitantes, que comenzaban hoy.
García ha recalcado que "la obra costará 575.000 euros y la elección por parte de los técnicos municipales de la mejor oferta de entre las presentadas por 15 empresas, ha permitido que la adjudicataria presente mejoras en el proyecto valoradas en 318.411,16 €, además de destinar a 30 personas con una dedicación total de 13.035 horas, a esta obra y reducir el plazo de ejecución material de las obras a tres meses, a contar desde el inicio de las mismas".
El Concejal de Urbanismo ha subrayado que "este equipo de Gobierno está poniendo las soluciones que durante los anteriores Gobiernos municipales no hicieron, a pesar de que redactaron tres estudios". "Al llegar el Partido Popular al poder estos trabajos estaban obsoletos, por lo que fue necesario realizar un nuevo estudio, que se encargó a una empresa especializada, que ya había redactado uno de los estudios anteriores", ha aclarado García.
"La prioridad con esta actuación es dar seguridad a la zona más peligrosa por la cercanía a las viviendas, además de proteger la carretera de bajada del castillo, que está inutilizada para evitar riesgos", ha recalcado el concejal.
García ha añadido que "una vez que se resuelva este punto más problemático, vamos a seguir realizando gestiones para conseguir los apoyos económicos necesarios para acometer las fases sucesivas de consolidación de los otros sectores indicados en el estudio, y que requieren una intervención con menor urgencia".
"Este proyecto está coordinado con otro destinado a la consolidación de la muralla de la fortaleza, que ejecutará Turespaña, dentro de los trabajos finales de la construcción del Parador de Turismo", ha explicado el edil.
La situación geológica y geotécnica del macizo rocoso sobre el que se asienta el castillo de Lorca es muy complicada, con un terreno completamente roto e inestable, un problema que se agrava por los fenómenos meteorológicos y sísmicos, pues Lorca está situada en la falla activa de Alhama-Murcia.
Tras realizar numerosas comprobaciones y análisis del terreno, los informes encargados establecieron cuatro zonas de actuación, en función de su urgencia. Las zonas 1 y 2 situadas a partir del depósito de aguas, entre la carretera de bajada y las murallas, son las que se encuentran en peor estado y requieren esta actuación urgente.
La zona 3, en el entorno del Parador, es más estable y sería la siguiente en la que actuar. Y la zona 4, que es la ladera que mira hacia el río Guadalentín, requiere una menor urgencia.
El proyecto contempla la instalación de una lámina flexible formada por una malla romboidal de alambre de acero de alta capacidad elástica. Por debajo de esta malla se colocará otra de agujeros más pequeños, en contacto directo con la roca, con el fin de que las piedras pequeñas tampoco puedan caer.
Las mallas previstas en esta obra, financiada por el Fondo Estatal por el Empleo y la Sostenibilidad Local, serán ancladas por unas barras de acero (de una longitud media de 9 metros) alojadas con perforaciones del terreno, con el fin de ejercer una presión uniforme sobre la superficie de deslizamiento.
Otros anclajes previstos serán a base de cables que atarán el perímetro, mientras que otros cables están destinados a unir las redes, así como el soporte y transmisión de cargas a los anclajes para unir las redes. Estos elementos metálicos al estar pegados al terreno, para prevenir su destrucción, estarán fabricados con tratamiento especial anticorrosivo.
En la zona número 1, la superficie total sobre la que se va a actuar es de 498 metros cuadrados, mientras que en la número 2, esa superficie llega a los 1.985 metros cuadrados. Otro de los elementos que se van a colocar para frenar la erosión son unos pequeños muros de piedra suelta rodeados por una malla metálica galvanizada que frenan el paso de arenas y rellenos, denominados gaviones, de los que se ha previsto colocar 21 metros lineales de unos 30 centímetros de espesor. No obstante, el proyecto podrá ser modificado en algunos aspectos, gracias a las mejoras contempladas en la adjudicación.