Desde la Gerencia del Área 3 de Salud deseamos aclarar varios datos erróneos sobre las críticas vertidas esta mañana por parte del PSOE en una rueda de prensa. También deseamos mostrar nuestra sorpresa e incredulidad ante estas críticas alarmistas, ya que precisamente este año no ha habido ningún problema por falta de camas, ni siquiera durante los habituales picos de mayor demanda de servicios (habitualmente por procesos respiratorios) que suelen aparecer durante el invierno. Las aclaraciones son las siguientes:
1) En primer lugar es falsa la mención a la disponibilidad de las 175 camas del Centro Médico Virgen del Alcázar (de hecho son 177); la realidad es que el concierto expresa literalmente que la hospitalización por tramos de estancia queda limitada a un máximo de 12 camas, para la asistencia sanitaria de pacientes con procesos agudos. No obstante, la utilización de un mayor número de camas para hospitalización por tramos de estancia se podrá hacer en casos de reconocida necesidad sanitaria y siempre con la autorización expresa de la Dirección General de Régimen Económico y Prestaciones.
2) También es falso que los usuarios del Área III de Salud sean un total de 300.000; el número de usuarios de esta Área, según la base de datos poblacional es de 181.379 en Junio de 2010.
3) Respecto a las especialidades médicas, en la actualidad existen algunas a las que sólo se presta servicio en el Hospital Virgen de la Arrixaca, centro de referencia en el que se ingresaría a los usuarios en caso necesario.
En todo caso desde la Gerencia del Área 3 de Salud invitamos a todos los partidos políticos a que eviten utilizar un tema tan delicado como el de la atención sanitaria como arma política. Además les invitamos a que antes de dirigirse a los medios de comunicación para difundir datos o informaciones sobre esta materia, los contrasten con esta Gerencia, de esta forma se evitaría dar datos erróneos o malinterpretar ciertas cifras. Expresamos todo ello desde la convicción de que los políticos, como servidores públicos, tienen la obligación de no generar alarma social y evitar innecesarias crispaciones.
