Los tres grupos municipales han aprobado una moción del Partido Popular en la que se respalda este reconocimiento incoado por la Comunidad Autónoma, destacando la importancia de este lugar y su protección.
El Pleno del Ayuntamiento de Lorca ha aprobado por unanimidad una moción propuesta por el Grupo Municipal Popular en la que se manifiesta el pleno apoyo de la Corporación al completo a la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de lugar de interés etnográfico, a favor del poblado pesquero de Puntas de Calnegre, en Lorca, realizado en base al informe emitido por el Servicio de Patrimonio Histórico en el que destaca la importancia del poblado situado en Puntas de Calnegre y el interés de su protección a través de la declaración como Bien de Interés Cultural.
Este acuerdo se trasladará a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a la Plataforma de Afectados del Poblado de Puntas de Calnegre, a la Demarcación de Costas del Estado, a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lorca, así como a la Delegación del Gobierno en Murcia y al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Según refleja la resolución de 15 de enero de 2010 de la Dirección General de Bellas Artes y bienes culturales, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural, con categoría de lugar de interés etnográfico, a favor del poblado pesquero de Puntas de Calnegre en Lorca (Murcia), y que fue publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia con fecha 3 de febrero de 2010: “en la costa lorquina, diputación de Ramonete, se encuentra el poblado de origen pesquero denominado Puntas de Calnegre, que constituye un conjunto de construcciones vinculadas a la actividad tradicional pesquera de la costa de la Región de Murcia.
El conjunto de viviendas está organizado en dos pequeños grupos divididos por el arroyo que procede de la falda norte del Pico del Siscal, el poblado se sitúa en la Playa de Calnegre al norte de la Punta de Calnegre, donde se encuentra una torre vigía denominada Torre de Puntas de Calnegre.
El primer grupo de viviendas se encuentra en el recodo de la costa y en la falda de la Punta de Calnegre. El segundo grupo, al norte del arroyo se encuentra paralelo a la costa y dividido por una calle. En origen, según el testimonio de los vecinos, las viviendas de este segundo grupo se encontraban en segunda línea mientras que la primera línea era ocupada por casetas para los artes de pesca.
Este conjunto, entendido como una unidad de población a pesar de estar dividido por un accidente geográfico, cuenta con una casa cuartel de la guardia civil (actualmente restaurada para albergue) y una ermita. La ermita actual data de los años 40, según los vecinos, ya que la anterior fue destruida durante la guerra civil. El origen del poblado se desconoce con exactitud, pero algunas fuentes lo remontan a 200 años de antigüedad.
En cuanto a la tipología de las estructuras, se dan, principalmente, tres modelos de arquitectura vernácula. El primero es de planta rectangular, de una altura y tejado a dos aguas, que consta de una distribución simétrica en la fachada de puerta y dos ventanas a ambos lados. El segundo es la casa cúbica tradicional del Mediterráneo, originalmente con cubierta de láguena, que cuenta con un ejemplo excepcional en una vivienda con horno adosado en un lateral, conserva los caños por los que desaguaba la cubierta, tiene un aljibe en la puerta y patio trasero. El tercer tipo es una vivienda, similar al primer tipo descrito, en la que se encontraban las zonas de dormitorio de la vivienda, y cuenta con un anexo en la misma línea de fachada de dos alturas con entrada independiente, en el que se situaba la cocina y la cámara en la que se guardaban los alimentos. Estos tres tipos constructivos constituyen ejemplos de arquitectura tradicional, realizada con materiales del lugar como argamasa, algas, cantos rodados y cañas, todos ellos abundantes en la zona, y que ha seguido en uso hasta la actualidad.
Los recursos económicos del poblado procedían, según el testimonio de los vecinos, de la agricultura, la minería (zona del Hoyo, en el término municipal de Mazarrón, donde algunos vecinos trabajaban cargando mineral del embarcadero situado en la rambla de Parazuelos hasta los vapores ingleses fondeados en la costa) y, principalmente, de la pesca dando lugar a una producción artesanal de salazones. La pesca se realizaba en embarcaciones de 42 palmos de vela latina. Pescaban desde las embarcaciones con traíñas, capturando, entre otros, jurel, bonito y caballa, y al trasmallo el besugo, salmonete o lenguado. Estas embarcaciones se varaban en la orilla, no existiendo puerto ni embarcadero, del mismo modo que en la actualidad los pescadores hacen con sus pequeños botes.
Los valores de este poblado, anteriormente descrito, y que se basan fundamentalmente en criterios etnológicos dado que representan, de un modo característico y singular, la forma de vida de esta zona de nuestra Región y que merece ser preservado, hacen necesario dotar de un marco jurídico adecuado de protección a este conjunto de viviendas tradicionales”.