Lorca, 16 sep (EFE).- Un ciudadano británico, del que no ha trascendido la edad ni la identidad, ha resultado ileso después de que el vehículo que conducía fuera arrastrado por el agua de escorrentía de una rambla en la pedanía lorquina de Ramonete durante una tormenta.
El presidente de la asociación de vecinos afectados por las riadas de Ramonete (Asovar), Antonio Hernández, atendió al hombre cuando este pidió auxilio tras conseguir escapar del todo-terreno, que sigue enterrado en el fango.
Hernández ha contado hoy a Efe que el suceso se produjo ayer por la tarde durante un episodio de lluvias en la pedanía, en el que se registraron precipitaciones de 55 litros por metro cuadrado en dos horas.
La salida de la rambla de Los Curas impidió en un primer momento a los efectivos de Protección Civil y de la Policía Local acceder hasta el lugar donde quedó el coche del hombre que resultó arrastrado por el agua unos 40 metros, ha relatado Hernández.
El presidente de Asovar ha vuelto a reclamar hoy el encauzamiento del barranco Anglés, ubicado en el paraje de Los Curas, y ha señalado que ayer varios vecinos volvieron a desalojar sus casas por temor al desbordamiento durante la tormenta.
Hernández ha recordado que en septiembre del año pasado varias viviendas resultaron afectadas por otra tormenta y que un comercio resultó anegado por el agua.
El problema que afecta a estos vecinos, un núcleo de 25 viviendas en la pedanía de Ramonete, comenzó en 1987 cuando fue explanado un cerro en el interior de una finca privada y eso obligó a desviar el cauce natural de la rambla, que ahora amenaza sus viviendas "cada vez que llueve".
El Ministerio de Medio Ambiente adjudicó en octubre de 2006 la ejecución de las obras de encauzamiento del barranco Anglés, por un importe de 602.525 euros y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) informó de que el plazo de ejecución de los trabajos será de 12 meses, aunque según Hernández "aquí no se ha hecho ninguna obra".
El expediente estuvo bloqueado dos años y se reabrió en octubre de 2008, cuando la CHS informó al ayuntamiento de Lorca de que el objetivo de los trabajos era solucionar las avenidas de agua creadas por las lluvias en esta zona, una de las cuales provocó en octubre de 2000 el fallecimiento de una mujer de nacionalidad ecuatoriana y el de su hijo de dos años, que fueron sorprendidos por el agua mientras viajaban en un automóvil.
Para acabar con las inundaciones en algunas casas del núcleo de población de Los Curas, la CHS había proyectado restituir un canal que conduzca las aguas a la rambla de Ramonete canalizando un kilómetro del barranco del Anglés mediante escollera hasta su confluencia con la citada rambla.EFE