Amigos y amigas, vecinos y vecinas de Zarcilla de Ramos, muy buenas noches y felices fiestas.

El verano se acerca ya a su fin, y con los últimos calores surgen en toda la geografía lorquina fiestas populares rebosantes de encanto y de atractivo para todos los vecinos y amigos. Hoy inauguramos estas de la Zarcilla de Ramos que, por tradición y encanto, son para mí las mejores. No podría ser de otra forma celebrándose en un lugar tan encantador como este.

Y es que la Zarcilla no es una pedanía más de entre las muchas que componen Lorca. Son muchas las cosas que hacen que esta tierra sea especial, como, sin ir más lejos, su amplitud, ya que de todas las diputaciones lorquinas es la de mayor extensión. También el carácter de sus vecinos, personas como vosotros con los que siempre da gusto estar y disfrutar con vuestra compañía.

Y, por supuesto, la historia milenaria de Zarcilla, una historia que se remonta al Paleolítico, como bien demuestran los restos encontrados en las inmediaciones del río Turrilla, y que se extiende por todos los períodos históricos existentes, cruzando desde la cultura del Argar, el dominio romano, el período musulmán, la Edad Media y la Edad Moderna, hasta llegar a la actualidad y a lo que hoy es la Zarcilla. Todos estos siglos de historia han acabado fraguando un lugar encantador para vivir, lo que hoy es vuestra pedanía.

Por todo ello, por todo lo que la Zarcilla es y por todo lo que este festejo representa, tengo que agradecer de corazón que los vecinos hayáis pensado en mí para afrontar la siempre ilusionante labor de realizar el pregón de las fiestas. Que creáis que soy yo la persona adecuada para acompañaros en esta noche, y que me dejéis compartir con vosotros mis recuerdos y mi admiración por esta tierra, es algo que me llena de orgullo y que nunca os podré agradecer lo suficiente.

Porque me encanta la Zarcilla, tengo que reconocerlo. Desde muy pequeño he tenido la suerte de pasar muchos días en este rincón encantador de Lorca. No recuerdo un verano en el que no haya disfrutado de estas calles y de estos campos. Así, cuando recuerdo los mejores días de mi infancia, siempre aparece como escenario la Zarcilla, donde había todo lo necesario para que un crío disfrutara de sol a sol. Recuerdo los juegos infantiles, que compartí con muchos de vosotros que hoy nos acompañáis aquí. Recuerdo los baños en las pesqueras que duraban hasta que se nos arrugaban los dedos y se nos ponían morados los labios. Recuerdos los partidos de fútbol en la era, que acababan justo cuando la noche hacía ya tiempo que había llegado y no podíamos ver siquiera la pelota.

Gozaba por aquel entonces la Zarcilla, como sigue gozando hoy, de lugares encantadores que hacían las delicias de los siempre inquietos niños, que disfrutábamos visitando el río Turrilla, el Luchena, el Rincón de los Carranzas o tantos otros lugares a los que nos desplazábamos constantemente, creando aventuras de las que disfrutar en cada nuevo día.

Pero hoy, por motivos evidentes, me vienen al recuerdo aquellas fiestas de antaño, rebosantes de encanto y de buenos momentos. En aquella época era el salón de las 3R´s el lugar que acogía la mayor parte de los festejos, y donde siempre abundaban la comida y la bebida. Destacaba también en aquella época el cine de verano, que traía siempre las más atractivas películas con las que tanto disfrutábamos al fresco de la noche, en una actividad que quizá debiéramos recuperar. Y, por supuesto, recuerdo a los vecinos que eran motor de los festejos y que siempre estaban organizando y buscando con qué sorprendernos en cada nueva edición de esta celebración.

Por eso quiero recordar a amigos que, por desgracia, ya no se encuentran entre nosotros como Miguel y Angelina, Mariquilla o Paco, siempre con su acordeón. Y también quiero hablar de otras personas que forman parte de la historia de la Zarcilla y que todavía tenemos la suerte de contar con su presencia, como El Guarda, Agustín Casicas y tantos otros a los que os debemos todos que podamos contar siempre con vuestro esfuerzo y dedicación para que las fiestas sean cada vez mejores, pero sigan conservando siempre el encanto procedente de la tradición.

Pero es que de un lugar como la Zarcilla no podíamos esperar menos que unas fiestas excelentes. Porque, no me canso de decirlo, creo que la Zarcilla es uno de los mejores lugares del amplísimo término municipal de Lorca. Sin embargo son muchas las cosas que se deben mejorar todavía en este lugar, para que la Zarcilla sea cada vez un lugar más y más atractivo y para que los vecinos podáis gozar de nuevas infraestructuras que os ayuden a que todo sea un poco más fácil.

Me tenéis que permitir que, como Concejal, haga un breve repaso a algunas de las actuaciones que desde el Equipo de Gobierno hemos llevado a cabo en los últimos meses y que creo que son fundamentales para un pueblo que quiere ser cada vez mejor.

En este sentido, y porque me toca, tengo que hablar en primer lugar de las importantes mejoras acometidas en el campo de fútbol, y que incluyen el vestuario y el graderío, que mejorarán las comodidades que esta instalación ofrece. Pero no menos importante es la construcción del centro de emergencias que aumentará la seguridad de todos los ciudadanos, ofreciendo una infraestructura que albergará personal del servicio municipal de emergencias, Policía Local, un retén forestal terrestre e incluso una helisuperficie que permitirá la llegada de helicópteros.

También tengo que citar otras actuaciones como la ampliación del local social, la cubrición de la pista deportiva del colegio o la ampliación de la iluminación de las calles y de la circunvalación.

Todas estas obras son necesarias y os puedo asegurar que no serán un oasis en el camino, sino que las mejoras seguirán llegando hasta esta pedanía nuestra. Porque ese es el compromiso del Equipo de Gobierno y vamos a cumplirlo.

La noche va avanzando, y las fiestas ya están empezando a asomarse por las calles. Pero todavía son muchas las cosas que me gustaría deciros. Sin embargo, no quiero abusar de vuestra confianza, porque imagino que vosotros, al igual que me sucede a mí, estáis deseando ya que empecemos a festejar.

Pero no puedo despedirme de vosotros sin recordar el que, para mí, es el momento más hermoso de estas fiestas que hoy comienzan. Este momento, como podéis imaginar, es la procesión en la que la Virgen de la Piedad, Patrona y Madre, recorre las calles de la Zarcilla acompañada por el sentir de hombres y mujeres, sobre esa alfombra floral tan hermosa, nacida del saber hacer y de las pacientes manos de las mujeres zarcilleras. Tengo que recordar ese sentimiento que aflora en nuestro pecho cuando contemplamos a la Virgen saliendo de la iglesia.

Además, este año serán esta procesión y esta salida más hermosas que nunca, puesto que estrenamos el arreglo de la iglesia y nos acompañará el nuevo Obispo de la Diócesis de Cartagena, que será quien proceda a la inauguración.

Será pues una oportunidad única para disfrutar con esos actos tan emotivos y que siempre recordamos como los mejores de entre todos los que nos ofrecen las fiestas.

Pero hasta que este emocionante momento llegue, tenemos que disfrutar de este festejo y de todo lo que el excelente programa de fiestas nos ofrece. Por eso mismo, creo que no debo abusar de vuestra confianza y debo concluir ya este pregón. Pero no puedo despedirme sin agradeceros de nuevo que hayáis confiado en mí para realizar esta labor y que me permitáis ser el primero en poder gritar:

¡VIVA LA VIRGEN DE LA PIEDAD!

¡VIVA ZARCILLA DE RAMOS!

Muchas gracias y que las fiestas sean inolvidables.